Cada 24 de octubre se realizan campañas que pretenden concienciar y ayudar a erradicar la polio en el mundo en el Día Mundial de la Poliomelitis. La fecha escogida es un tributo y celebración al nacimiento de Jonas Salk, el investigador estadounidense que hizo posible el desarrollo de la vacuna que logró prevenir esta enfermedad.
Qué es la poliomielitis
La poliomielitis o polio es una enfermedad infecto-contagiosa que afecta el sistema nervioso central. Puede causar inflamación del cerebro y de las neuronas motoras de la médula espinal, llegando a causar atrofia muscular, parálisis, parálisis permanente, deformidad y hasta la muerte. Los afectados son principalmente niños.
Esta enfermedad se transmite de una persona a otra por vía oral, ya que el virus se transporta en el agua o con los alimentos contaminados con materia fecal de otra persona infectada. Al llegar al intestino el virus se multiplica y se excreta, propagándose entre unos y otros. Aunque es una enfermedad infecciosa, puede combatirse y evitarse con la vacunación.
La poliomielitis en España: una negligencia del Franquismo
Cuando la polio asoló a España en los años 50, fueron varias figuras de la época las que llegaron a afirmar que en nuestro país eso no suponía un “problema serio”.
Con el sistema sanitario desmantelado por el dictador Franco y la pobreza asfixiando a los hogares, el virus corrió a lo largo y ancho del país como la pólvora. Una crisis sanitaria que se trató de ocultar por todos los medios, incluso cuando las cifras de contagios ya eran cifras de epidemia. La poliomielitis sacudió a la población infantil española entre 1956 y 1963. Provocó graves discapacidades físicas en 12.000 niños y causó alrededor de 2.000 muertos.
Lo más doloroso de todo es que se podría haber evitado porque ya se disponía de la vacuna desde 1958, pero las autoridades sanitarias españolas no dieron una respuesta decidida para implementarla de modo sistemático.
El médico de la Universidad de Salamanca, Juan Antonio Rodríguez, revela en el libro “Responsabilidades no asumidas: la poliomielitis en España (1954-1967)” que detrás de la mala praxis del Gobierno hubo «luchas de poder internas». La implantación de la vacuna enfrentó al Seguro Obligatorio de Empleados (SEO), dominado por Falange, y la Dirección General de Sanidad (DGS), gestionada por los sectores militares católicos. «El SEO apostó por la vacuna inyectable de Salk y la DGS por la oral de Albert Bruce Sabin. Ambos querían el control de la Sanidad y el régimen no quería afrontar el gasto de una vacunación que no era obligatoria, pero que debió ser prioritaria».
Por fin, y a destiempo, cuando ya buena parte de la población nos habíamos contagiado y otr@s habían muerto, se inicia el 14 de noviembre de 1963 la Primera Campaña Nacional contra la Polio. Y aun así, la propaganda franquista de forma cínica y desvergonzada, y pese al cuantioso número de victimas se atrevio a decir que: “nunca en tan poco tiempo y con tan bajas inversiones se dio un paso tan trascendental por la administración sanitaria de España”, éxito utilizado sabiamente de forma propagandística por el Gobierno de la dictadura franquista.
El drama de est@s niñ@s, ahora adultos, no acaba ahí. Ahora nos enfrentamos al síndrome postpolio (SPP), una segunda enfermedad diferente a la polio que afecta a los que la padecieron en su infancia. Las neuronas motrices que resultaron afectadas envejecen prematuramente y comienzan a fallar progresivamente con síntomas como fatiga, atrofia muscular o dolor. La OMS no reconoció este síndrome como enfermedad hasta el año 2010, por lo que no se ha investigado para desarrollar un fármaco que palíe los síntomas y existe un desconocimiento generalizado entre los médicos.
En la actualidad, los sobrevivientes de la polio luchamos para dar a conocer la negligencia de la dictadura.
El resultado de tamaña negligencia y desidia fue el reconocimiento en la Ley 20/2022, de 19 de octubre de MEMORIA DEMOCRÁTICA como víctimas del franquismo a l@s afectad@s por las secuelas de la Polio (alrededor de 50.000 personas)
De momento, hemos logrado que por fin salga a la luz la verdad, y ahora lo que pedimos es justicia y reparación porque dos año después de esa Ley, todavía no se ha desarrollado ninguna de esas medidas. Y solamente en el pasado 2023 han muerto 2.600 enfermos por el síndrome postpolio sin ver resueltas nuestras necesidades.
Son imprescindibles las sesiones de fisioterapia: “Si a nosotros nadie nos mueve los músculos y, con ellos, el sistema circulatorio y el sistema linfático, nos morimos en dos días”. Pero, la sanidad pública solo cubre entre 20 y 30 sesiones de fisio al año.
“No tenemos rehabilitación de mantenimiento, a pesar de que es nuestro tratamiento básico”. Cuando preguntamos en el Ministerio de Sanidad nos remiten a las comunidades autónomas, y viceversa. Como consecuencia, debemos asumir todos los gastos de nuestro tratamiento físico, que alcanza los 200 euros semanales. Pero no todo el mundo tiene recursos suficientes para pagarse un fisioterapeuta
De modo que aprovechando el dia de hoy, dia Internacional de la Polio aprovechamos para denunciar la injusticia de una democracia que sólo ha reconocido nuestro sufrimiento en papel en el BOE y para para pedir que se cumplan las medidas de carácter socio-sanitario para el colectivo que están todavía pendientes y a las que hace alusión la Disposición adicional undécima de la Ley 20/2022, de 19 de Octubre de Memoria Democrática.
Se nos ha pagado la deuda que España tenia con l@s afectad@s de la polio y se nos considera víctimas del franquismo, sí, pero seguimos siendo los grandes olvidados. “Quieren que poco a poco nos vayamos muriendo para ahorrarse el dinero”.
«¡Por favor, escúchenme, se están muriendo, nos estamos muriendo! Llevamos 60 años». Estas fueron las palabras que Victoria Ibáñez pudo pronunciar antes de que la expulsaran del Congreso el pasado25 de Sptiembre. Dice que habló en nombre de todos sus compañeros, aquellos que sobrevivieron a la poliomielitis en España entre los años 1950 y 1964.
Queremos Justicia y Reparación. La democracia española está en deuda con las víctimas de la Polio.
- Exigimos el derecho a ser indemnizados por 65 años de marginación y por punto de % que tenemos de discapacidad que han aniquilado nuestra calidad y esperanza de vida. Una ayuda similar a la que perciben las víctimas de la talidomida, quienes también se consideran víctimas del régimen y reciben una ayuda económica desde el pasado año.
- Ser incluidos en los PGE.
- Rehabilitación frecuente basada en fisioterapia de tecnología avanzada y terapias de balneario.
- Otra de las reivindicaciones de nuestro colectivo es que se realice un censo tanto de los afectados de la polio como de quienes están sufriendo actualmente el SPP, con el único objetivo de que se siga investigando acerca de él.
No vamos a desistir hasta tener todos los derechos que nos ha negado la dictadura al no vacunarnos existiendo ya la vacuna de la polio; y la democracia, que nos ha producido enfermedades secundarias al no tratarnos integralmente de la polio y síndrome post polio.