Todos recordaremos cuando en nuestro pueblo saltó una alarma social, al rumorearse sobre la apertura de un centro MENA.
Palabras como futuros terroristas, delincuentes o ladrones se escuchaban en torno a este tema. Pero esto no sucede únicamente en nuestra localidad, esta alarma social la podemos encontrar en múltiples municipios.
Nuestra localidad fue tachada de racista.
Y antes de nada habría que preguntarse: ¿Qué es un centro MENA?
Cuando el menor llega a tierras españolas sin acompañante, lo primordial y la primera actuación es darle una compañía legal, o lo que es lo mismo, la administración se hace cargo de su tutela, o dicho de otra manera, el Estado se convierte en su progenitor. Son entonces trasladados a los centros especializados en la protección de menores extranjeros no acompañados. Estos centros se convierten en la única referencia para ellos, y tienen como objetivo la educación y la preparación de estos menores para la vida adulta.
Se centran en la búsqueda de recursos que faciliten su formación para el mercado laboral.
Pero entonces, ¿Por qué tanto miedo a la creación de estos centros, que en principio tienen una gran labor social y satisfacen una necesidad humana? ¿Por qué vemos que en otras ciudades los menores que se encuentran en estos centros recurren a la violencia y a la delincuencia?
Pues la respuesta es sencilla, estos centros están gestionados por empresas, fundaciones y asociaciones que son escogidas por su proyecto educativo y económico previamente presentado. Lo que provoca que se escoja aquella que presente el mejor y al mejor precio, provocando de esta manera, contrataciones de personal laboral insuficiente, y la falta de medios suficientes para asegurarle una asistencia digna, entre otras.
Por consiguiente, estos menores no reciben la educación y preparación que les corresponderían, olvidándonos así, de una de las labores más importantes de la sociedad: educar, y señalando con el dedo a los menores, que al fin y al cabo son solo el resultado de una gestión más, y la causa de esta gran alarma social, cuando verdaderamente la alarma social debería enfocarse en el funcionamiento de estos centros.