USTEA-Córdoba ha mostrado su apoyo incondicional a aquellos centros educativos públicos que se están viendo afectados por la reducción de unidades, entre los que, según el sindicato, se encuentra el CEIP Castillo de Anzur «que perderá una teniendo 9 solicitudes».
“La Delegación de Córdoba se amparó en un informe estadístico para comunicar la supresión de unas 60 ó 70 unidades públicas ya en el mes de febrero, antes de finalizar las jornadas de puertas abiertas. Gracias a estas jornadas y al enorme esfuerzo llevado a cabo, numerosos centros educativos han ido dando a conocer a la sociedad cordobesa la realidad de sus centros, y animan a las familias a matricular a sus hijos en estos centros públicos. Y los resultados han sido muy positivos, lográndose un mayor número de solicitudes de matrícula que las esperadas en estos centros. Pero aún así, la Delegación de Córdoba, haciendo oídos sordos a la realidad de los Centros, no permite que éstos acepten las solicitudes que les han llegado y mantiene su intención de suprimir las unidades que prematuramente no autorizó. En otras palabras, esto significa cerrar aulas de la escuela pública en las que existe una demanda social real y demostrable”.
El sindicato señala que “la sociedad debe saber qué hay detrás de estas supresiones y cómo afecta a las familias y a la sociedad en general. La sociedad debe tomar conciencia de que el desmantelamiento de la educación pública es una realidad que se está llevando a cabo de manera meditada y deliberada desde hace más de una década, favoreciendo, de pleno a la educación privada concertada que, lejos de sufrir las supresiones, se ha visto beneficiada con el aumento paulatino mediante la creación de nuevas unidades durante los últimos años. Esta perversión del sistema de escolarización ha provocado que en nuestra capital existan zonas en las que ya hay más alumnos/as matriculados en centros privados concertados que en centros públicos, y la tendencia sigue al alza con el objetivo de favorecer a los intereses de las empresas privadas de educación, que ven incrementados sus beneficios cada año gracias al dinero público”.
Los centros afectados se unirán “para decirle a la administración que no van a permitir este atentado contra la escuela pública. USTEA se suma, nos van a tener enfrente. La pérdida de unidades no puede concentrarse únicamente en los centros públicos, mientras se blinda tan descaradamente al sistema privado concertado, como es el caso del Colegio Diocesano Jesús Nazareno que con 19 solicitudes mantiene dos unidades. Denunciamos, pues, la constante disminución de aulas en la red pública como única opción para la administración y añadir que ni en tiempos de pandemia la bajada en la matriculación es considerada por la administración como una oportunidad para bajar las ratios y proporcionar una mejor atención a nuestro alumnado”.
“En USTEA-Córdoba seguiremos recogiendo datos de centros que pueden verse afectados y desde aquí anunciamos que apoyaremos cuantas movilizaciones surjan promovidas por AMPAS, directivas, profesorado o desde la comunidad educativa en general como la del 25 de junio a las 19:30 horas frente a la Delegación Territorial de Educación en Córdoba”.