Qué duda cabe que la compra online se está afianzando con fuerza en nuestros hogares,y forma parte ya de nuestro modo de vida. No voy a condenarlo, es presente y no queda más que aprender a convivir con ello y aprender al máximo las posibilidades que pueda ofrecer Internet al comercio local en cuanto al uso de redes a modo de escaparate y altavoz de sus artículos .Incluso, si se atreve puede crear su filial online y unirse así a la modernidad.
Por supuesto que el pequeño comercio local, tradicional, no puede competir con la comodidad de buscar desde tu ordenador en la amplia oferta que se puede encontrar en Internet e ir añadiendo al golpe de ratón a tu cesta de la compra el producto deseado. Pero nada de esto es comparable al placer de salir de compras en tu localidad y disfrutar del trato directo y personalizado que ofrecen nuestras tiendas de siempre, siendo este contacto con el cliente y el consejo ofrecido sobre el articulo interesado, frente a la frialdad de un clip o de cualquier otro tipo de comercio, lo que a mi juicio hace que, contra viento y marea, esté sobreviviendo al acoso de la crisis económica y de gigantes de la venta online como Amazon.
Frente a la frialdad de Amazon, el trato personal de tu comercio tradicional
El precio pagado en esta lucha desigual es elevado y muchos han quedado en el camino. Según el el Directorio Central de Empresas de Comercio , el año 2018 terminó con 6998 empresas de comercio activas menos que en 2017.
Para terminar, una reflexión:Tod@s sabemos a dónde van a parar los impuestos que genera el comercio local y cómo repercuten en la economía de nuestro país, comunidades autónomas y municipios , ¿ocurre lo mismo con los impuestos de las grandes multinacionales ?¿sabemos realmente dónde tributan ?
De tod@s depende la supervivencia del comercio tradicional y entre tod@s se conseguirá.