Dice Antonio Burgos que el término “Jartible» es la última palabra gaditana incorporada al lenguaje común. Proviene del término “hartible» que significa “persona o cosa que resulta pesada o cansina”, y aunque todavía no ha sido incorporada al diccionario de la RAE, con el tiempo lo estará.
En Puente Genil tenemos fama de ser unos jartibles de la Semana Santa y todo lo que tenga que ver con tan celebrada tradición, y lo mismo pasa en infinidad de pueblos y ciudades de nuestra geografía andaluza. Pero lo que no sabíamos, es que por nuestro pueblo también pululan “los y las jartibles del 25N», que año tras año recorren nuestro pueblo, el día que se conmemora el día internacional contra la Violencia de Género, y disfrazan de manera poco estética a los bustos de la ciudad. Delantales, bufandas, orlas o lacitos amanecen abrigando a personajes, que de alguna u otra manera, han dedicado su tiempo a engrandecer nuestro patrimonio con su Música, poesía, flamenco, etc.
Lejos de mi el criticar este día, tan necesario para erradicar la violencia. Pero digo yo: ¿es necesario reivindicarlo de esta manera tan zafia? Yo creo que no, por dos razones. Primero porque estos bustos son obras realizadas por algún artista, y como decía otro artista “la música no se toca». Segundo porque representan a personas o colectivos que se pueden sentir ofendidos al ver cómo sus familiares o maestros amanecen ridiculizados con tan tosca vestimenta.
Yo les propondría a estos colectivos o personas, que contribuyeran a erradicar la lacra de la violencia de Género con la misma creatividad y dedicación con que contribuyeron estos paisanos a enriquecer la música, poesía o el flamenco de nuestro pueblo, y por cierto, de manera altruista. Pero claro, para crear hace falta echar más horas que para ponerle un delantal o un gorrito a un busto.
En fin, menos mal que todavía hay quien es más jartible y no le importa ir desvistiendo a nuestros bustos año tras año.
Miguel Velasco Ruiz