A diferencia de lo ocurrido en el verano de 2020, donde muchos optaron por renunciar a sus vacaciones o a limitar sus movimientos evitando las zonas turísticas más concurridas, este año se está notando una mayor predisposición a moverse y a viajar, algo que se refleja en el movimiento y volumen de operaciones que en las últimas semanas han registrado las agencias de viajes, aunque eso sí, lejos todavía de lo ocurría hace un par de años antes de la pandemia.
La segunda quincena de agosto suele ser la preferida por los pontanenses para disfrutar de las vacaciones, y un año más, mayoritariamente el destino preferido por los vecinos y vecinas de Puente Genil está siendo el nacional. Con independencia de las estancias en segundas residencias en chalets, urbanizaciones, casas de campo enclavadas en el municipio o viviendas en la costa, lo más llamativo de este verano es que el turismo rural mantiene las altas cifras de ocupación del pasado año, se han reactivado los alquileres de apartamentos turísticos en la costa, y a todo ello se unen ofertas ya clásicas como el camping, los circuitos turísticos o las salidas en autocar a la playa.
Por otra parte, los grandes damnificados hasta el momento están siendo los viajes al extranjero, y es que la cambiante situación sanitaria que se vive en muchos países, la necesidad de realizar test para entrar en los mismos, o la imposición de cuarentenas obligatorias, está haciendo que el turista español se lo piense mucho, y más allá de la visita a Portugal, que pasa por ser el principal receptor de turismo nacional en estas fechas, las escapadas a otros países no están siendo tan frecuentes como inicialmente pudiera pensarse.
Una vez más, prácticamente ocho de cada diez personas que buscan pasar unos días de descanso, recurren a la Costa del Sol, el destino más cercano a nuestra localidad y al que el público pontanés siempre es fiel. Las reservas este verano están siendo más de cercanía, ya que los clientes prefieren estar cerca del domicilio por si tienen que regresar ante cualquier restricción por la pandemia o en caso de sufrir algún tipo de contratiempo que les obligue a cambiar aquello que inicialmente ya tenían planteado. Del mismo modo, muchas de las peticiones que trasladan los clientes de las agencias de viajes están orientadas hacia lugares de costa que no estén especialmente concurridos y donde exista una cierta seguridad que evite las temidas aglomeraciones. Pese a ello, localidades como Fuengirola, Torremolinos, Rincón de la Victoria o Torre del Mar, siguen teniendo mucho público pontanés en sus playas, si bien a esa terna también se le unen otras como Manilva, Nerja o Torrox.
Del mismo modo, de un tiempo a esta parte también ganan adeptos los que deciden pasar unos días en el litoral gaditano y onubense. De hecho, las localidades de Conil, Tarifa, Chiclana o Rota, reciben buena parte de los turistas locales, mientras que en la provincia de Huelva, al tradicional entorno de Matalascañas y El Rocío cada vez se le unen más viajes de pontanenses a otras zonas como El Portil o Isla Antilla. Tampoco se quedan atrás las reservas hacia el litoral costero oriental de Andalucía, y en este caso, zonas como la de la costa de Granada (Almuñécar, La Herradura y Salobreña) y la de Almería (Roquetas, Cabo de Gata, Vera y Mojácar), suelen recibir a familias pontanesas que, en este caso, tratan de buscar una mayor tranquilidad y sosiego.
Pero no cabe duda que lo más interesante está en el cambio de hábitos con respecto a los viajes a la playa. La masificación que están experimentando las playas durante los fines de semana está haciendo que muchos opten por hacer un hueco en sus agendas para evitar pisarlas durante los fines de semana, y a ello se une también la búsqueda de zonas más apartadas que eviten el contacto con la muchedumbre. Lo que para muchos antes era pasar todo el día dentro del chiringuito, ahora se ha convertido en pasarlo bajo la sombrilla y junto a la nevera que se lleva de casa. No obstante, parece claro que la tradicional semana de vacaciones coincidente con la Feria Real, será el epicentro de los desplazamientos vacacionales que realicen los pontanenses, habitualmente proclives a tomarse sus descansos estivales en la segunda quincena de agosto.
Por otra parte, también sigue siendo bastante reseñable el volumen de ocupación del turismo de interior o naturaleza, que ya el verano pasado protagonizó un auge bastante importante. La Sierra de Cazorla pasa por ser uno de los destinos preferidos de los pontanenses para disfrutar de esta alternativa, aunque ya el año pasado también aumentaron los desplazamientos a otras zonas de Andalucía como la Alpujarra, la Serranía de Ronda o la sierra de Huelva, destinos que se complementan con la posibilidad de escapadas a la playa en un día.
Sin embargo, y como decíamos al principio, lo que no pasa de moda es el hábito de recurrir a la segunda residencia en forma de chalet o casa de campo en el entorno de Puente Genil para pasar los meses de verano. Esas viviendas ubicadas en Los Arenales, la Cañada de la Plata, la Ribera Baja, La Mina, o zonas diseminadas en el entorno de la carretera de Aguilar de la Frontera, constituyen el lugar de descanso idóneo de quienes quieren alejarse del bullicio del pueblo pero sin apartarse demasiado de mismo. Y es que en verano, cada uno intenta montárselo como puede y de la mejor manera que puede, con tal de evadirse de la rutina, y desconectar un poco de unos meses muy difíciles.