El Ayuntamiento de Puente Genil ha encargado a una empresa externa la realización de un análisis diagnóstico de la situación medioambiental existente en el entorno del embalse de Cordobilla en lo referente a la incidencia de mosquitos, toda vez que la localidad ha sido calificada como “área predispuesta” (nivel 1) dentro del mapa de riesgo por incidencia del virus del Nilo que hace unas semanas dio a conocer la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Junta de Andalucía.
Una vez que se conozcan los resultados, en los próximos días, y dependiendo de los mismos, cabría la posibilidad de que el Consistorio tuviera que elaborar un plan municipal que incluyese las medidas de vigilancia y control de la población de mosquitos, comunicando e informando a la ciudadanía de las medidas preventivas de saneamiento y ordenamiento del medio durante el periodo coincidente con el final de la primavera, la época estival y el inicio del otoño, época de más frecuentación de estos insectos.
El contenido del informe se espera con interés en las aldeas de Cordobilla y Sotogordo, las más próximas al embalse, y cuyos vecinos y vecinas ya están sufriendo las picaduras de los temidos mosquitos, una plaga que el año pasado les llevó incluso a movilizarse demandando actuaciones concretas por parte de las autoridades. Particularmente llamativo ha sido el caso de una niña de Cordobilla, que hace unos días regresó del colegio de la aldea con numerosas picaduras de mosquito por todo el cuerpo. Los padres de la pequeña la llevaron a una clínica de la localidad, donde recibió asistencia médica, pero posteriormente tuvo que ser trasladada a un centro hospitalario de la capital cordobesa. Afortunadamente, la evolución de la menor fue positiva y horas después pudo regresar a su domicilio, pero estos hechos han abierto el debate sobre si se ha tratado de un caso aislado, al ser la única alumna del centro que presentaba este tipo de picaduras de gravedad, o si por el contrario se trata del inicio de la pesadilla que los residentes en la aldea vivieron el año pasado, con una plaga que les condicionó su vida cotidiana especialmente a última hora de la tarde y durante la noche. Por lo pronto, el caso ha sido puesto en conocimiento de la enfermera escolar, que lo ha notificado a los responsables del centro de salud para realizar un seguimiento y determinar las posibles medidas a adoptar.
Mientras tanto, en Sotogordo también están notando una mayor presencia de mosquitos, y aunque todavía la incidencia no alcanza los niveles del año pasado, si se teme que con la llegada de las altas temperaturas y, sobre todo, una vez que amaine el viento que ha venido soplando en los últimos días, los insectos causen más molestias a los vecinos y vecinas de la pedanía.
En ambas aldeas, sus dos alcaldesas pedáneas, Mª Ángeles Cabeza y Rosa Pérez, respectivamente, observan la situación con preocupación y a la espera de acontecimientos. “Por una parte, nos preocupa que volvamos a ver lo que ya vivimos el año pasado, pero por otra nos tranquiliza, por llamarlo de alguna manera, que Puente Genil haya sido incluido en la lista de municipios con posible situación de riesgo, ya que ello supone que las autoridades reconocen que existe un problema, algo que el año pasado negaban muchas personas a las que esto no les afectaba, y además, les obliga a poner los medios adecuados para su control y erradicación”, indica la alcaldesa pedánea de Cordobilla; mientras que su homóloga de su Sotogordo ha mostrado su deseo de que los resultados del análisis encargado por el Ayuntamiento se conozcan pronto “ya que se hace obligado hacer un seguimiento de la situación, fundamentalmente porque aquí todos vemos que, con la llegada del calor, los mosquitos vuelven a estar masivamente por aquí”.