Dos posibles casos de viruela del mono se encuentran en investigación en el Hospital de Alta Resolución de Puente Genil. Así lo han confirmado fuentes sanitarias que no han dado más detalles al respecto, aunque, por lo que parece, todo apunta a que ambos casos se corresponderían con una pareja joven formada por un hombre y una mujer.
Según la información oficial facilitada esta mediodía por la Consejería de Salud de la Junta, a fecha 1 de agosto había en Andalucía 334 casos activos -22 de ellos en la provincia de Córdoba- 94 en investigación y 209 descartados que se han declarado a la Red del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía (SVEA). Asimismo, 206 casos confirmados con anterioridad ya se encuentran inactivos.
El periodo de incubación (intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas) de la viruela del mono suele ser de 6 a 16 días, aunque puede variar entre 5 y 21 días. La infección puede dividirse en dos periodos: El periodo de invasión (entre los días 0 y 5), caracterizado por fiebre, dolor de cabeza, linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), dolor lumbar, dolores musculares y astenia intensa (falta de energía); y el periodo de erupción cutánea (entre 1 y 3 días después del inicio de la fiebre), cuando aparecen las distintas fases del exantema, que por lo general afecta primero al rostro y luego se extiende al resto del cuerpo. Las zonas más afectadas son el rostro (en el 95% de los casos), las palmas de las manos y las plantas de los pies (en el 75% de los casos). La evolución del exantema desde maculopápulas (lesiones de base plana) a vesículas (ampollas llenas de líquido), pústulas y las subsiguientes costras se produce en unos 10 días. La eliminación completa de las costras puede tardar hasta tres semanas. El número de lesiones varía desde unas pocas hasta varios miles, y afectan a las mucosas de la boca (70% de los casos), los genitales (30%), la conjuntiva palpebral (20%) y la córnea. Algunos pacientes presentan linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos) grave antes de la aparición del exantema. Ese signo característico de la viruela del mono permite diferenciarla de otras enfermedades similares.
La evolución de los casos y su gravedad depende del grado de exposición al virus, del estado de salud del paciente y de la existencia de complicaciones. La tasa de letalidad ha variado mucho en las distintas epidemias, pero en general ha sido inferior al 10%. Para evitar el contagio de la viruela del mono se aconseja mantener prácticas de sexo seguras y responsables, evitar el contacto íntimo con personas que presenten lesiones en la piel sugestivas de viruela del mono, evitar el contacto con ropa, ropa de cama, toallas, utensilios de cocina, etc, de personas que estén enfermas, mantener una buena higiene de manos mediante lavado frecuente con agua y jabón o uso de soluciones hidroalcohólicas y siempre tras el contacto con personas enfermas, y usar mascarilla si es necesario el contacto con personas enfermas.
Si presenta algún síntoma de enfermedad acuda a un servicio de urgencias hospitalarias lo antes posible para valorar el caso y recoger las muestras necesarias para el diagnóstico, evite el contacto estrecho y las relaciones sexuales, permanezca en casa, en habitación individual (si fuera posible), y si cree que ha estado en contacto estrecho con algún caso confirmado de viruela del mono vigile la aparición de síntomas de la enfermedad y tómese la temperatura diariamente durante 21 días desde la última vez que tuvo contacto con el caso. Durante estos 21 días deberá extremar las precauciones, disminuir las interacciones sociales y evite las relaciones sexuales (especialmente las prácticas de alto riesgo).