Una buena persona… una gran mujer…
Ha muerto Ana María Gallardo, Ana Mari para todo aquel que la conocía… Esposa de Paco Ureña y “familia adoptiva” de la familia Navarro… Fue una de esas personas a las que no eres capaz de intuir una sola idea mezquina, alguien que te contagiaba de un espíritu alegre y positivo con solo darte los buenos días… Alguien que hacía del cariño hacia todo el que la tuviera cerca un modo de vida… Un maravilloso ser humano.
Hay enfermedades que son sinónimo de ausencia en breve y la suya lamentablemente así lo fue… Apenas unos meses intentando plantar batalla pero sin poder hacer nada por ganarla. Ha sido de esas noticias que al recibirlas te hielan el alma y te cortan la respiración durante unos segundos sin saber muy bien cómo actuar.
Es odioso que alguien así se vaya tan pronto, no es justo… Y ahora solo nos queda el recuerdo de una persona entrañable y un ser humano inolvidable que si cerramos los ojos, solo podemos ver con una sonrisa en la boca.
Cuando alguien bueno se marcha, sabes que lo ha sido porque sientes que el mundo es un sitio un poquito peor sin ella. Ana, gracias por ser quien fuiste y contagiar de tanta vida a todos los que te conocimos y más todavía a los que te consideramos familia aún sin compartir sangre, un abrazo enorme a sus hermanas, a su marido Paco y a sus hijos Beatriz y Paco.
D.E.P.