Como una “Lucha de gigantes» es luchar contra drogas y adicciones que invaden nuestra sociedad de forma transversal. La droga es esa «horrible bestia que corre detrás» de la vida del adicto y, como una maldición, persigue a todo aquello que se cruza en su destino, en forma de delincuencia, violencia, demencia, y muerte; formando un mundo marginal y «descomunal, donde nadie oye tu voz», donde nadie suele entender al adicto.
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“En esta lucha de gigantes contra drogas nos encontramos a una Asociación con personas como Javier Giráldez, su Presidente, que tiene la experiencia y el aval de haber sobrevivido al abismo”
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Y en esta lucha de gigantes, nos encontramos a la Asociación Aliento de Vida de Puente Genil, fundada en 2016, con sede en el Polígono del Huerto de Francés, nº 5. Su presidente es Javier Giráldez, un “David” dispuesto a encarar «un duelo salvaje» con esa horrible bestia detrás. Una persona que tiene la experiencia de haber sobrevivido al abismo, teniendo como oficio el rescate de almas rotas y vidas desahuciadas. Alguien, en definitiva, que mira con empatía al adicto para volverle a plantar la semilla de la esperanza en su vida, como un pescador de almas, capaz de convertir “el aire en gas natural”.
Esta asociación, que colabora con Cruz Roja e Instituciones Penitenciarias, cuenta con el apoyo tanto de la Junta de Andalucía, a través de programas con subvención, como de nuestro Ayuntamiento que le ha facilitado una nave abandonada para desarrollar sus actividades, a través de una cesión sin coste por uso. En su sede, hay espacios diversos, desde una habitación para realizar salidas tuteladas, talleres, salones de terapias o varias oficinas donde trabajan psicólogos y trabajadores sociales, y hasta un gimnasio en construcción. Un lugar donde los expedientes, más de 500, llevan tatuados la cara y vida del adicto de forma personalizada.
Se hacen visibles, por ejemplo, cada año, en un evento llamado Feria Nacional contra la droga en el que se pone a disposición, de cualquier afectado, multitud de recursos de autoayuda, información y asesoramiento. Un evento que cualquier afectado puede aprovechar para acudir y empezar a “dejar de engañar y ocultar que has pasado sin tropezar”.
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“Sus armas son de momento el voluntariado y un respaldo institucional por parte de Junta y Ayuntamiento”
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Pero de todos sus recursos, tengo que destacar su voluntariado, ayudando desinteresadamente a los adictos y la sociedad en general, promoviendo unos valores cívicos y solidarios. Un grupo de personas que han pasado por estas adicciones, que «sienten su fragilidad», apoyando desde la experiencia, la empatía y la sensibilidad. Como hombres y mujeres medicina.
La Asociación tiene, además, una treintena de socios que colaboran con una simbólica cuota mensual de 3 euros. Sorprendentemente, no tiene aún ayuda de empresas privadas que pueden patrocinar su sede o actividades, a excepción de un convenio firmado con LIDL. Desde este artículo, animamos tanto a empresarios a colaborar mediante publicidad, como a personas para asociarse, abonando una cuota anual que se estima en unos 36 euros.
Aliento de vida es un claro ejemplo de participación ciudadana. De ciudadanos vinculados a los problemas sociales que un día emprenden soluciones propias y eficaces, debiendo ser escuchados por todos nuestros representantes políticos. Son vecinos que en definitiva fomentan y proyectan valores positivos de solidaridad y unidad en nuestro pueblo.
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“Aliento de vida ofrece un servicio por medio de vecinos que intentan ayudar en un problema social como es la droga, debiendo participar y decidir en las instituciones públicas”
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¿Alguien ha auditado esta proyección y sus efectos? ¿Sabe alguien el coste de vivir en una sociedad individual, insolidaria y de eterno conflicto?. En mi opinión, este tipo de servicio público y su voluntariado son esenciales por su naturaleza a la hora de fomentar una conciencia ciudadana común y positiva con la que construir una ciudad mejor. Además, la promoción y articulación de estas asociaciones pueden suponer un ahorro y una política de gestión alternativa a la concejalía de servicios sociales, a veces desbordada, y cuyo presupuesto es aumentado exponencialmente cada legislatura. Por otro lado, esta asociación es un complemento ideal y de bajo coste igualmente para las instituciones penitenciarias ya que están ayudando a la reinserción y reeducación social de los sectores de población más marginados. Aquellos cuya reinserción es más difícil. Por todo ello… “Deja que pasemos sin miedo”.
Antonio M. Estepa, abogado.