El Sábado Santo realizan su desfile procesional las dos imágenes de la Cofradía del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de las Lágrimas, que parten de la Parroquia de San José. El paso del Cristo yacente en el interior de una urna, está realizado en madera sobredorada, rematado en sus cuatro esquinas por cuatro ángeles, apareciendo en la parte superior de la tapa un pelícano autosangrándose. La imagen es una de las más antiguas de la Semana Santa de Puente Genil, no en vano data de mediados del siglo XVII, habiendo sido restaurada en diversas ocasiones. Destaca por su sobriedad, dramatismo, silencio, fervor y religiosidad, adjetivos que por si mismos imponen un gran respeto a los pontanenses y a los numerosos visitantes que todos los años se acercan a la localidad a contemplar la procesión.
Por su parte, la Virgen de las Lágrimas representa a una Dolorosa al pie de una Cruz de la que cuelga un cendal blanco, destacándose del paso su candelería. Por razones de liturgia la procesión deberá recogerse antes de la medianoche. La compostura, el rigor y la seriedad que impone el Santo Sepulcro durante todo el recorrido, es uno de los mejores exponentes de la Semana Santa pontanesa.