Da pena que el nombre de Puente Genil se haya visto envuelto recientemente en el caso del ex entrenador del Málaga CF. La detención de uno de los acusados en la difusión del vídeo sexual en el municipio hizo que en este mundo, si hablamos de lo virtual, fuese lo más comentado en España. Y encima en pleno fin de semana. Qué casualidad. Es triste, y esta sociedad expresa que lo polémico, lo morboso, lo susceptible de opinión, suele tener una tendencia predefinida hacia lo incendiario. Y de eso en las redes sociales hay miles de ejemplos.
Da rabia que el nombre de un municipio con tanto que mostrar y con sus limitaciones si se compara con otros territorios de mayor magnitud acabe siendo noticia por detenciones policiales. Sin embargo, si me pongo a recordar una cita que escuché recientemente, hacía referencia a que muchas veces la admiración hacia algo o alguien es cosa de enamorados. Y en Puente Genil hay mucho enamorado de sus calles. Ni que decir lejos de él.
Presumir de calles con historia. De un casco antiguo con
encanto. De un municipio que de patrimonio está vestido de grana y oro. Que
tiene por vecinos a gente cercana. Que en iluminación artística y decorativa es
líder en todo el planeta. Que en el membrillo dulcifica nuestra manera de
entender el sabor de las cosas buenas de la vida. Como el deporte, que es vida
y hace que Puente Genil viva el mejor momento jamás visto. Es procedente
defender lo nuestro. Y de eso, por suerte, los pontanos saben bastante. Y los
que no lo hagan, están tardando en hacer de Puente Genil un lugar mejor.