El declive al que ha llevado Esteban Morales al PSOE, les echa en brazos de un PP que busca asegurarse futuros apoyos. Socialistas y populares se dan la mano en un presupuesto marcado por los recortes y las privatizaciones
El presupuesto 2023 está marcado por haber doblado el coste energético sin haber cumplido con las medidas de ahorro propuestas desde hace años desde IU. Este millón de sobrecoste ha supuesto un recorte de medio millón en gasto social, y en la eliminación de las ayudas a la mayoría de colectivos deportivos, culturales y de acción social, a pesar de que la minoría que más cantidad de dinero recibía las mantienen e incluso incrementan.
Además, a pesar de haber subido un 10% el IBI en 2022, el presupuesto dispara la deuda con los bancos hasta los 12 millones sin haber hecho realidad la gran mayoría de inversiones tras 12 años de gobierno. Al mismo tiempo, se plantea la privatización y externalización de servicios públicos básicos como el agua y el alumbrado; y no se refuerzan los recursos humanos para garantizar servicios públicos de calidad.
En definitiva un presupuesto PSOE-PP muy alejado de la alternativa que representa Izquierda Unida: refuerzo de los servicios públicos apostando por la gestión directa, medidas de eficiencia energética, la captación de fondos europeos a los que hoy no optamos, recuperar el Silo, ampliar zonas verdes y el río adquiriendo la Isla del Obispo, mejorar los salarios de las trabajadoras peor pagadas de la plantilla municipal, ampliar transporte público y la estación de autobuses, ampliar el carril bici y las conexiones peatonales a aldeas, y equilibrar el apoyo a los distintos colectivos y asociaciones.