Para arrancar nuestra serie de cafés con gente del mundo de la empresa en Puente Genil nos hemos ido a sentar con un caso muy particular…
Marina Aguilar Chacón es de las pocas mujeres pontanesas al frente de una fábrica, de producto agroalimentario y de la industria del membrillo para más señas… Un caso poco común no solo por ello, sino por el carácter de quien hay detrás de la empresa y que casi se podría decir que se encarga de imprimir en cada envase que sale de su almacén.
Está al frente de una empresa familiar (la mayor parte de las que conocemos en nuestros alrededores lo son, o lo acabarán siendo), con más de 100 años de solera (la empresa, no ella) y que va por la cuarta generación.
Tiene un café muy fácil, hilando temas, como gran conversadora, casi sin necesidad de preguntar nada y metiéndose en cada posible charco que tocaba con todo el desparpajo del mundo, aunque creo que no llegamos a pisar ningún callo a nadie, más allá de a aquella pobre criaturita que tenga «hipersensibilidad podal», que bastante tiene ya con lo que tiene…
Por cierto, gracias a los chicos del Casino Liceo Mercantil de Puente Genil por el sitio y esperamos no haberles «estropeado» ninguna reunión, que la cosa fue fluida y si no nos llegan a avisar, estamos hasta el cierre de la última persiana.
La verdad es que apenas conocía a Marina y si te digo la verdad, me ha resultado todo un descubrimiento; una mujer con las ideas muy claras, tremendamente consciente del mundo en el que vive y con el que trata, concienzuda y orgullosa de sí misma (en el buen sentido).
Creo que la charla puede servir (a menos en mi caso, así fue) para conocerla algo mejor, conocer a la industria del membrillo que tanto abandera Puente Genil y conocer también parte de la problemática que aún hoy día conlleva ser empresaria y mujer… Ya me contarás qué te ha parecido