En Puente Genil, entre las diferentes manifestaciones culturales que atesoramos, hallamos el arte flamenco como parte de nuestro DNI. Más allá de los elementos que configuran esta expresión musical, se encuentra un apartado del que poco se habla. Se trata de la gestión, la cual a nivel institucional recae en el Ayuntamiento de Puente Genil. Hagamos un poco de memoria reciente.
En las elecciones municipales de 2015, la abrumadora victoria del partido socialista les proporcionó la nada despreciable cifra de 14 concejales. Quizás el número de sillones propició un amplio reparto de concejalías, sorprendiéndonos con la Concejalía de Promoción del Flamenco, en la persona de Lola Gálvez. Ya en 2019, los nuevos comicios han traído otra victoria socialista –esta más ajustada y sin mayoría absoluta─ además de la renovación de la citada concejalía, esta vez adscrita a la de cultura –algo muy coherente y que aplaudimos- y en manos de Eva Torres.
Pero ¿qué escenario se encuentra la nueva concejala? Lo cierto que es que Eva Torres no tendrá
que trabajar mucho para mejorar a su predecesora, pues el periodo de Lola
Gálvez se podría tildar de indolente e insustancial, y esa “primera concejalía de flamenco del mundo” que tanto se pregonó,
perdió la oportunidad de oro de ser la primera y a la vez la que trajese aires renovados
al flamenco pontanés.
La anterior concejalía jamás presentó un proyecto para desarrollar el flamenco local durante su legislatura, no hemos podido observar un criterio, un estilo. Todo esto responde a la carencia de objetivos, si no se tiene una meta difícilmente se puede marcar un camino para llegar a ella, por lo que la ausencia de un plan se hace patente.
«si no se tiene una meta difícilmente se puede marcar un camino para llegar a ella»
Cabría preguntarnos ¿para qué ha servido entonces la concejalía de flamenco? Al PSOE le ha servido como escaparate para vender una apuesta por nuestra cultura que no ha existido. Ni siquiera se han implicado con el tejido asociativo local, se han limitado a continuar con el Festival de Cante Grande “Fosforito” y con el concurso Membrillo de Oro –claramente perjudicado con su gestión─ , que es algo que ya se dirigía antes desde la concejalía de festejos. Hablamos de la legislatura que antecedió a la de Lola Gálvez, claro. (En otra ocasión, llegado el caso, podremos hablar de forma extendida sobre el programa de la celebración del cincuenta Festival de Cante Grande “Fosforito” y del XXXVIII Congreso Internacional de flamenco que se celebró en octubre de 2016)
No hay que ser un experto en flamenco para dirigir acertádamente esta concejalía, es más provechoso tener capacidad de gestión y saber rodearte de quien te pueda asesorar. En otros municipios apuestan por la figura del gestor cultural, en la persona del propio concejal o del técnico adjunto, como por ejemplo en la Puebla de Cazalla, donde saben moverse a la perfección por las esferas culturales. En La Puente sólo se ha sabido caminar a “salto de mata” además de gastar dinero sin ningún criterio –en eso hemos sido campeones─, y manifiestamente no basta con eso. Dinero sí, malgastado no.
«Dinero sí, malgastado no.»
Aunque pueda parecer que el panorama pintado sea muy oscuro, hay que intentar ser positivos, y la nueva concejala se encuentra un terreno sin abonar, ningún camino emprendido que tenga que arrastrar de la anterior etapa, por lo que tiene libertad para obrar según su juicio y que el flamenco en Puente Genil sea lo que ella quiera que sea. Según parece el “consejo asesor”, que se creó con fines electorales en los recientes comicios, va a cuajar y todo apunta a que “oficialmente” habrá quien aconseje en materia flamenca.
Aunque al partido socialista le cueste creerlo después de la crítica de este artículo, desde esta tribuna le deseamos a Eva Torres todos los éxitos posibles, pues sus aciertos serán el orgullo de una tierra que, afortunadamente, tiene un legado que defender y una presencia que mantener. Tiempo habrá para valorar su gestión, por el momento merece la oportunidad de trabajar y exponer sus capacidades. ¡Ánimo!
Fotografías: David Pino (José Carlos Nieva) / Vicente Cáceres (Emilio Barcos) / Jorge Vílchez (Alberto Membrillera). * Del resto de fotografías desconocemos su autor, algunas se han tomado de la red y no se especificaba el origen.