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Borrador entrevista Antxón Serrano

Tiempo de lectura: 4 minutos
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Javier (SPG): Antxón, muchas gracias por aceptar esta entrevista. Antes de hablar de tu experiencia en Chad, ¿qué te trajo de vuelta a Puente Genil?

Antxón Serrano Muchas gracias a vosotros por esta oportunidad. He vuelto principalmente por la amistad. Hace unos 13 años conocí a personas de Puente Genil en una campaña del Domund y me cautivó su empatía y compromiso. Además, quería agradecer al pueblo todo el cariño y amabilidad que siempre me han brindado. Espero poder volver pronto.

Javier (SPG): Durante tu visita, diste una charla en el Colegio Compañía de María. ¿Qué compartiste con los alumnos? 

     

Antxón: Les conté sobre mi vida en Chad, un país donde llevo más de una década como misionero. Les habré hablado de mi trabajo, los retos diarios y, sobre todo, cómo es realmente la vida en un lugar tan diferente al nuestro. Intenté transmitirles que nuestra labor va más allá de lo religioso, que se trata de ayudar y acompañar a las personas, sin importar a qué Dios recen.

Javier (SPG): Sabemos que trabajaste como director de una radio. ¿Cuál era su papel en la comunidad?

Antxón: La radio es una herramienta fundamental en Chad, ya que llega a lugares donde otros medios no pueden. Emitíamos programas educativos, sociales y de concienciación, adaptados a las necesidades locales. Sin embargo, el calor extremo representaba un gran reto para los equipos. A pesar de ello, era gratificante saber que ayudábamos a unir a la comunidad. Era como una ventana al mundo para muchos que no tienen otra forma de recibir información.

Javier (SPG): Mencionaste que Chad enfrenta muchos problemas debido a las inundaciones. ¿Cómo afecta esto a la población?

Antxón: Las inundaciones son devastadoras. A diferencia de otros lugares, donde los daños suelen centrarse en infraestructuras, aquí las casas, hechas de materiales precarios, son arrasadas por completo. Este año, las cosechas se perdieron casi por completo, lo que augura una temporada muy difícil. La gente depende de una única cosecha al año y, cuando falla, su prioridad es simplemente sobrevivir. Es un golpe duro, porque allí la vida ya es extremadamente frágil.

Javier (SPG): ¿Qué papel juega la misión en momentos tan críticos?       

Antxón: En épocas de crisis, nuestra labor se centra en garantizar que las personas tengan al menos una comida diaria. Organizamos distribuciones de alimentos y buscamos soluciones a largo plazo, como las cajas de ahorro comunitarias. Estas permiten a los campesinos ahorrar y acceder a microcréditos para invertir en herramientas o ganado, algo que puede marcar una gran diferencia. Pero, sobre todo, intentamos transmitir esperanza y acompañarlos en su lucha diaria.

     

Javier (SPG): Has mencionado las cajas de ahorro. ¿Podrías explicarnos más sobre cómo funcionan?

Antxón: Claro. Las cajas de ahorro son gestionadas por los mismos campesinos, quienes votan a sus representantes. Están diseñadas para fomentar el ahorro y ofrecer microcréditos con intereses muy bajos. Por ejemplo, un campesino puede pedir un préstamo para comprar bueyes, que le ayudarán en la cosecha, y devolverlo en especie si no dispone de efectivo. Aunque no son rentables, cumplen su función de fortalecer a las comunidades. Además, estas cajas son también una especie de «escuela de democracia», porque fomentan la participación y la responsabilidad colectiva.

Javier (SPG): La educación parece ser otro pilar importante. ¿Cómo es la situación educativa en Chad?

Antxón: Ha mejorado, pero todavía falta mucho. Las escuelas públicas suelen tener pocos recursos y maestros mal capacitados. Las religiosas, sean cristianas o no, suelen tener mejores resultados porque fomentan hábitos de estudio y constancia. Las niñas han sido una prioridad; inicialmente se crearon escuelas solo para ellas, y ahora hay más chicas que chicos estudiando. Nuestra próxima meta es abrir una escuela en mi zona, ya tenemos los terrenos cedidos, pero faltan los fondos. La educación es la llave para un futuro mejor en Chad.

Javier (SPG): Cambiando de tema, ¿cuáles son los retos de salud que enfrenta Chad?

Antxón: Los retos son enormes. La mortalidad infantil es alarmante: uno de cada diez niños muere al nacer y dos de cada diez no llegan a los cinco años. La mayoría de los partos ocurre en casa con matronas tradicionales, lo que aumenta los riesgos para la madre y el bebé. Aunque este año inauguramos un hospital en nuestra región, se parece más a una clínica básica. Faltan especialistas y equipos. Además, el VIH sigue siendo un gran problema, con una alta incidencia antes de la pandemia de COVID-19. Realizamos pruebas para informar a las personas y facilitar tratamientos cuando es posible.

Javier (SPG): ¿Cómo describirías la convivencia religiosa en Chad?

Antxón: Es admirable. Chad tiene una población diversa: el 55% profesa el islam, el 31% son cristianos y el resto sigue creencias tradicionales. En el día a día, nadie pregunta sobre la religión del otro para ayudarle. Hay mucho respeto mutuo y colaboración. Las escuelas y hospitales cristianos, por ejemplo, atienden a cualquier persona sin importar su fe. Recuerdo un hombre musulmán que me dijo: «Doy gracias porque los cristianos hayan venido a ayudarnos». Es una lección de convivencia que ojalá se replicara en otros lugares del mundo.

Javier (SPG): El país también enfrenta problemas de seguridad. ¿Cómo es la situación en tu región?

Antxón: En las zonas rurales donde trabajo, la seguridad cotidiana es buena. Rara vez hay disturbios o asesinatos. Sin embargo, durante las malas cosechas, puede haber pillajes porque la gente está desesperada por sobrevivir. A nivel nacional, la inestabilidad es preocupante. Estamos rodeados de países en guerra y el riesgo de invasiones o ataques es constante. Francia ha estado presente en Chad para contener el avance del yihadismo radical, pero la situación sigue siendo frágil.

Javier (SPG): Finalmente, ¿Cuáles son tus planes futuros?

Antxón: Planeo quedarme al menos tres años más. Mi objetivo es seguir fomentando la convivencia y trabajar en la educación, especialmente en la alfabetización y el acceso a libros. También quiero contribuir a reducir la desigualdad de género, algo que allí aún es un gran reto. Pero, sobre todo, quiero que los habitantes de Chad se sientan orgullosos de su cultura y tengan las herramientas para construir un futuro mejor.

Javier (SPG): Antxón, gracias por compartir tu inspiradora experiencia. ¡Te deseamos lo mejor en tu labor!

Antxón: Gracias a vosotros. Este tipo de diálogos también ayudan a visibilizar realidades que muchas veces no conocemos. ¡Gracias por darme voz!

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