La Selección Española Juvenil Femenina ha logrado un hito histórico al proclamarse, por primera vez, campeona del mundo en su categoría. En una emocionante final disputada este domingo en China, las jóvenes españolas vencieron a Dinamarca con un marcador ajustado de 22-23. La clave del triunfo fue un excelente trabajo defensivo durante la segunda mitad, que permitió a España alzarse con el título mundial. Este logro marca un antes y un después en el deporte juvenil femenino español, consolidando a la selección como una potencia emergente en el ámbito internacional.
Un broche de oro (literalmente) en esta extraordinaria final de Elena Torres que culmina una una competición en la que no ha dejado de crecer, siendo una de las columnas que sustentaron la defensa más sólida del campeonato y anotando siempre que tuviera la más mínima oportunidad. Junto con sus compañeras de promoción, una auténtica generación de oro, ha alcanzado la cúspide del balonmano mundial en su categoría, al proclamarse campeonas del mundo tras una épica victoria por 22:23 sobre Dinamarca.
Elena ha estado apoyada en la distancia por miles de amigos que han seguido sus partidos desde aquí, pero también, cómo no, por su familia, que se ha desplazado a China con ella para vivir la experiencia, sin saber lo increíble que iba a ser el desenlace: «Ha sido un partido lleno de tensión y momentos de gran sufrimiento, pero la alegría que tenemos ahora mismo es imposible de explicar, gracias a todos los que me han estado apoyando y siguiendo estos días», comenta la jugadora pontanesa, que demostró una resiliencia y madurez excepcionales, propias de profesionales mucho más experimentadas. Pese a encontrarse cinco goles abajo en la primera mitad, el equipo español mostró su carácter indomable que le da nombre y logró remontar con la determinación de verdaderas guerreras. La final mantuvo el suspense hasta los últimos segundos, con un dramático desenlace en el que un travesaño negó el empate danés, sellando la histórica victoria del equipo español.
Resiliencia y carácter ganador:
Este logro es un testimonio del carácter guerrero que define a este equipo, con una defensa férrea en la que Kelly Fonkeng y Elena Torres brillaron como auténticos baluartes. A lo largo del torneo, las Guerreras Juveniles se han destacado por su capacidad para mantenerse firmes en los momentos más difíciles, y la final no fue la excepción. Después de un primer tiempo complicado, donde la guardameta danesa Nielsen parecía infranqueable, España supo mantener la calma y reducir la desventaja a solo dos goles antes del descanso. Esta reacción fue crucial para encarrilar la remontada en la segunda mitad, donde las jugadoras españolas se desataron en ataque, mostrando una versión ofensiva imparable.
Un campeonato perfecto:
La victoria en la final ante Dinamarca no solo cierra un campeonato perfecto, con pleno de victorias en todos los encuentros, sino que también consagra a esta generación de jugadoras como una de las más prometedoras en la historia del balonmano juvenil femenino. Desde el primer partido contra Egipto hasta el último segundo frente a Dinamarca, España demostró ser un equipo invencible, merecedor del título mundial. El International Handball Hall de Chuzhou fue testigo de una batalla épica entre los dos mejores equipos del mundo, y España salió victoriosa gracias a su fe, esfuerzo y el trabajo incansable de todas sus jugadoras y cuerpo técnico.
Una generación de oro:
El triunfo de las Guerreras Juveniles no solo es un logro para el presente, sino que también marca el futuro del balonmano español. Esta generación, que ha maravillado a todos con su talento y determinación, ha puesto a España en el radar de las selecciones base de todo el mundo. La victoria en el Mundial es solo el comienzo de lo que promete ser una trayectoria llena de éxitos para estas jóvenes campeonas, que ya han inscrito sus nombres en la historia del deporte. Con esta medalla de oro, las Guerreras Juveniles han demostrado que están hechas de una pasta especial, y el mundo del balonmano estará atento a sus próximos pasos.
Un desenlace dramático:
El encuentro se mantuvo emocionante hasta el último instante, con Dinamarca luchando hasta el final para igualar el marcador. Sin embargo, la suerte, que había esquivado a España en algunos momentos de la primera mitad, finalmente sonrió en el momento más importante, cuando el travesaño evitó el empate danés sobre la bocina. Así, las Guerreras Juveniles sellaron una remontada de oro que las coloca en la cima del mundo. No pierdan de vista sus nombres, porque estas campeonas del mundo están destinadas a brillar en el presente y a construir un futuro glorioso para el balonmano español