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Las claves que debe manejar Puente Genil contra el calor extremo

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Pueden seguir pasando los años y que la ciudadanía siga quejándose del calor extremo que hace en Puente Genil. La realidad es esa desde que irrumpe el verano e incluso antes, cuando se soportan temperaturas sofocantes que nos llevan a adelantar a las primeras horas del día tareas tan cotidianas como dar un paseo o hacer la compra. De lo contrario, el simple hecho de salir a la calle pasa a ser un ejercicio de valientes. Las calles son un auténtico horno y pasear por ellas se convierte en un verdadero infierno. Se ha hecho poco para adaptar el municipio a las circunstancias que hay detrás de olas de calor como las que vamos a soportar a partir del próximo lunes. Pero la administración y la sociedad tiene la posibilidad de ponerse a trabajar para, como mínimo, hacer de Puente Genil una localidad en la que se puedan paliar los efectos que provoca un mercurio por las nubes.

Para conocer algunas claves con tal de que Puente Genil mejore sus prestaciones a la hora de hacer frente al calor extremo, hablamos con profesionales de la arquitectura y el urbanismo con la consigna de aportar opiniones con fundamento a un asunto tan importante como el futuro urbanístico de nuestro pueblo.

Más zonas verdes para combatir el calor en Puente Genil

En primer lugar, una de las mayores carencias del municipio es la falta de zonas verdes. La arboleda está concentrada en los parques de Puente Genil y su protagonismo en zonas como la Matallana, La Pitilla, o el casco histórico para generar sombras es muy baja. La plantación de árboles de hoja caduca puede ser una buena medida como para reducir la temperatura. 

     

El arquitecto pontanés José Ángel Rey defiende que “la importancia del arbolado es mucho mayor que la belleza que transmite al enclave urbano donde se encuentra. Sus beneficios son notorios en el bienestar de las personas y la vida en comunidad, en la eficiencia energética y en el cuidado del medioambiente. Entre otras ventajas, reducen el ruido ambiental, regulan la temperatura y la humedad, reducen el efecto de islas de calor, retienen las aguas de lluvia e incrementan la biodiversidad urbana”.

Un factor influyente en la incidencia y la notoriedad del calor en las calles de Puente Genil es su bajo índice de permeabilidad. El agua no puede filtrarse en el terreno y esta pasa por ser una de las razones por las cuales expulsa calor cuando empiezan a bajar los grados del mercurio. De ahí que sea muy habitual que se tenga la sensación de que las calles de la ciudad son un auténtico infierno.

Rey asegura que “evitar el hormigón y el asfalto en la medida de lo posible desarrollando estrategias que hagan más permeable el suelo urbano” es una herramienta efectiva para mitigar los efectos de las altas temperaturas.

Adaptación de antiguos edificios y sofisticación de los nuevos

Con relación a las viviendas, y en particular las ubicadas en las zonas de transformación social, cabe señalar la necesidad de generar diversos puntos de encuentro como la colocación de un banco debajo de un árbol. Aunque ese banco ha de estar fabricado con un material que no sea de hierro.

Uno de los grandes retos en el mundo de la arquitectura y la construcción para combatir el calor extremo en Puente Genil es adaptar edificios y viviendas a los tiempos y circunstancias actuales. Si todas las viviendas nuevas se hacen cumpliendo con unos estándares de sostenibilidad, las antiguas requieren de una rehabilitación. Según José Ángel Rey, en el caso de intervención en edificios existentes en las ciudades, el primer punto a estudiar son los huecos de fachada. “Usar sistemas de protección solar, como toldos o persianas enrollables, y sustituir las carpinterías y los vidrios por otros con mayor aislamiento y control solar son la forma más eficaz de reducir el consumo”, recomienda. Las políticas medioambientales son necesarias y éstas deben pasar por tener más zonas verdes y agua para que la humedad baje la sensación de calor.       

Sobre el agua, concretamente, existe la necesidad de que Puente Genil cuente a corto o medio plazo una nueva piscina al aire libre. En el término municipal se pueden contabilizar muchas piscinas en las viviendas, parcelas o chalets, por lo que es una opción con un alto grado de sostenibilidad. Apostar de manera decidida por una movilidad sostenible incrementando las zonas peatonales y aumentando el número de kilómetros de carril bici también contribuiría a reducir la emisión de CO2 a la atmósfera.

     

La adaptación de la ciudad de Puente Genil para los colectivos más vulnerables al calor como niños y mayores nos lleva a pensar en una ubicación diferente para las paradas del autobús urbano o el propio mobiliario urbano. Asimismo, la necesidad de que haya más parques y árboles de gran tamaño en lugar de naranjos o magnolios – apenas generan sombras – para barriadas como La Pitilla es más que obvia.

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