La instalación de nuevos parquímetros en las calles del centro de Puente Genil fue uno de los asuntos que más revuelo levantó durante la pasada primavera, con opiniones para todos los gustos. Y transcurridos 100 días, lo cierto es que el asunto todavía está candente, ya que las calles de la zona azul presentan un aspecto bastante desigual en cuanto a estacionamiento de vehículos con respecto a las que no tienen dicha condición.
En su momento, José Antonio Cruz, concejal de Educación y Desarrollo Económico, explicó que la puesta en funcionamiento de los nuevos parquímetros respondía al deseo de actualización y modernización de este servicio ofreciendo con ello espacio para que quienes así lo deseasen pudieran aparcar en la zona centro de Puente Genil. Cruz informó que con estos nuevos parquímetros, de última generación con pantalla táctil, se buscaba monitorizar la zona azul en tiempo real por parte de los controladores a través de dispositivos PDA o incluso a través de sus móviles controlando de esa forma los movimientos, recordando también que disponer de nuevos parquímetros supondría ventajas, entre ellas facilitar el control de matrículas de residentes y usuarios, controlar la ocupación de la zona azul y la rotación vehículos, facilitar a Sodepo estadísticas de todo tipo, y además, incorporar varios sistemas de pago para el abono de la tasa, bien en metálico, con tarjeta o a través de una aplicación específica.
Sin embargo, pasado el tiempo, la valoración es desigual. Son todavía muchos los pontanenses que no se han animado a hacer uso de la zona azul, y el efecto recaudatorio se ha convertido en disuasorio, de tal forma que quienes habitualmente estacionaban en estas calles (saltándose la obligación del pago), ahora, evidentemente, optan por no hacerlo, dejando sus vehículos estacionados en otros lugares, lo que dibuja una estampa de la zona azul vacía según determinados días y horas. En su momento, el concejal ya dejó claro que no se sabría a ciencia cierta cuál iba a ser el impacto económico de la instalación de los nuevos parquímetros hasta dentro de unos meses, aunque reconoció que “si se mejora la forma de hacer el pago, y hay más control, es obvio que habrá un incremento de los ingresos”. No obstante, una cosa son las previsiones y otra lo que se ve. Es cierto que hay mucha gente que ha acogido favorablemente el nuevo sistema y no tiene problemas en pagar por aparcar en la zona azul, pero también hay otra mucha que, desde hace unos meses, ante la instalación de los nuevos parquímetros, ha decidido no hacerlo, buscando estacionar donde no tenga que pagar. Como decíamos al principio, para gustos los colores y en esa clareada zona azul habrá que ver si al Ayuntamiento le están saliendo las cuentas… o no.
