Día de resaca y de balance de lo que ha dado de sí la Feria Real de Puente Genil 2022, un evento que en esta edición ha suscitado una gran expectación tras el paréntesis de los dos años de pandemia, y que ha reunido a centenares de pontanenses y visitantes en el recinto ferial. Había muchas ganas de Feria y así se ha puesto de manifiesto en estos días, en los que se podido disfrutar de grandes actuaciones musicales y en los que la animación y el buen ambiente han sido las tónicas generalizadas, especialmente en la zona de casetas.
Sin lugar a dudas, entre lo más sobresaliente de la Feria de este año está el apartado de conciertos. Las citas con artistas de la talla de Antonio Orozco, Ara Malikian o Paco Candela, en el escenario del patio del Colegio Agustín Rodríguez, despertaron una expectación por parte del público que, mayoritariamente, salió encantado con lo que presenció. Grandes conciertos que han devuelto a Puente Genil su condición de referente comarcal en el ámbito de la presencia de grandes artistas durante los días feriados. También la Caseta Municipal ha contado con una destacada presencia de espectadores, disfrutando al son de la música de las orquestas de Puente Genil, aunque las entradas más numerosas se dieron durante la noche de la copla, con artistas locales y Antonio Cortés como gran reclamo, y durante las actuaciones de La Guardia y Danza Invisible, dos grupos de gran predicamento entre un público de mediana edad.
Entre los atractivos de la Feria también ha destacado la bonita portada de Ximénez Group, el Festival de Cante Grande “Fosforito”, que reunió a más de un millar de espectadores en la noche del 14 de agosto, la afluencia de público a las casetas y la destacadísima participación de mujeres durante el paseo del jueves 18 de agosto. Evidentemente, también hay aspectos a mejorar, sobre todo en lo relativo al número de casetas, inferior al de las últimas ediciones prepandemia, y en las actividades ligadas a la Feria fuera del horario nocturno, aspecto que cuenta con la limitación importante de las altas temperaturas y la ausencia de sombra en el Real.
Por último, a nivel de seguridad, ha sido una feria relativamente tranquila, aunque los casos de uso de spray de pimienta en una de las casetas durante un par de noches, suscitaron preocupación e inquietud. Pese a ello los efectivos tanto de Policía Local como de Guardia Civil se han dejado ver de manera continua por el recinto, lo que ha contribuido a dar tranquilidad a la ciudadanía.
En definitiva, concluye la feria más esperada y también la que nos ha permitido recuperar una de nuestras grandes tradiciones veraniegas. Ahora toca hacer balance, abrir el debate, evaluar aquello que se puede mejorar, y trabajar en esa línea para el próximo año.