Este domingo, 21 de mayo, se celebra el Día del Personal de Hostelería. Una jornada idónea para poner en valor y reconocer el incansable trabajo que realizan los profesionales de este sector en Puente Genil. Tal y como recogimos en el artículo sobre lo que sería de la localidad sin sus bares, se puede entender que la gente quiera y sienta el deseo de compartir un encuentro, sonrisas, conversaciones, o confesiones en torno a la mesa de una terraza o en una barra.

Quienes se dedican a la hostelería saben que es un trabajo que requiere, de antemano, tener energía física para rendir al máximo. A partir de ahí, mantener buena cara y una sonrisa en la boca mientras se atiende a los clientes, lo cual puede llegar a ser gratificante si se presta un buen servicio. Estas cuestiones hacen posible que establecimientos como el Restaurante Los Arcos permanezcan abiertos.

Restaurante Los Arcos

 El Día del Personal de la Hostelería nos lleva a un lugar muy concurrido de lunes a sábado por la mañana. Si nos encontramos en el Polígono Industrial Huerto del Francés, frente a la ITV hay un local cuya actividad es frenética. Sobre todo durante las primeras horas de la mañana y a partir de los almuerzos, momento en el que el bar se llena de comensales para tomar el menú del día. Así lleva casi diez años Jesús González desarrollando su vida, al igual que la de su familia y el equipo humano del restaurante. Sus padres plantearon la posibilidad de abrir un restaurante y se lanzaron a la piscina, en la cual siguen nadando merced a su profesionalidad y cercanía con la gente. 

“Han sido años duros, sobre todo a principio porque hay que generar clientela. Pero a base de esfuerzo y de hacer las cosas bien hemos ido superándonos y alcanzando un nivel muy bueno”. Así de sincero se muestra Jesús, quien reconoce que “salir de la pandemia manteniendo nuestra forma de trabajar” les permite seguir adelante a pesar de la situación que atraviesa el país con la subida de precios.

Otro obstáculo sobre el que incide Jesús González es el de la falta de profesionales para trabajar en bares y restaurantes. “Es verdad que se ha regulado el sector para las barbaridades que se estaban haciendo con el personal”, subraya, pero “pensamos que a raíz de la pandemia ha habido personas que han buscado alternativas a la hostelería para pasar más tiempo con la familia”. Y es que, a juicio de Jesús, “hay que mentalizarse en que cuando alguien viene a disfrutar a tu restaurante, a comer o a beber, tú tienes que ser el que les está sirviendo; y preferimos que nos sirvan a servir”.

Café Bar El Poncho

 Junto a la Iglesia de San José, en 1990, abrió sus puertas el Café Bar El Poncho. Un negocio familiar que sigue abierto con Manuel Palos al frente. Son tantos años dedicado a la hostelería que conoce a la perfección lo que aporta dedicarse a una profesión como la de camarero.

Asegura que a lo largo de su vida ha podido trabajar a gusto gracias a la clientela que ha acudido allí a lo largo de las últimas décadas. Tiene claro, eso sí, un hecho. Y es que “uno de los inconvenientes que tiene este trabajo es que es muy esclavo”. Lo cual, en su opinión, le lleva a pensar igual que muchos de sus compañeros: que ahí está la gran dificultad para atraer a personas que quieran trabajar en los bares y restaurantes para garantizar la continuidad de estos negocios en el futuro.

De lo que no cabe ninguna duda es de lo que Puente Genil le debe a sus bares. Y viceversa. Porque se genera una alianza entre ambos inseparable y de la que da buena cuenta cada pontanés o cada visitante que disfruta sus calles. Larga vida a los bares. Larga vida a la hostelería. Larga vida a vivir.

Día del Personal de Hostelería | ¿Qué sería de Puente Genil sin los bares? (PARTE I)