El alcalde, Esteban Morales, ha salido al paso de las quejas suscitadas en torno al inicio de las obras de reurbanización del entorno del CEIP. José María Pemán, coincidiendo con el arranque del curso escolar, manifestando su sorpresa por dicho malestar, “porque los niños son niños, pero no son de cristal y deben enfrentarse a la realidad”. “Próximamente parece que en esa zona se va a hacer una promoción de viviendas… y qué le decimos al promotor, que las haga sólo en verano, por las tardes, sin levantar polvo, etc… “, reflexionó en voz alta el alcalde, quien indicó que el colegio tiene una distancia de la propia calle y una vez que se levanten las aceras, se procederá a la colocación de tacos y a poner el hormigón, “algo que tiene muy poca manipulación”.
“Yo entiendo que las obras son molestas, pero no entiendo la queja. El PROFEA tiene una duración de seis meses. Si las hacemos en enero pilla el final del curso, y si las hacemos en verano les pilla el inicio, y también tenemos que pensar en los trabajadores, ya que si las obras son en verano, esto también molesta para trabajar y también molesta a los vecinos, porque si comienzan muy temprano, el jaleo genera molestias”, razonó Morales, quien pidió disculpas por las molestias, pero también paciencia “porque en Navidad la obra estará concluida”. “Una vez que las obras concluyan, esa zona se va a transformar de manera importante, lo van a disfrutar los niños y niñas cuando vuelvan de Navidad al colegio, pero también los vecinos, que van a tener una zona urbanizada conforme a lo que se merecen”.
No obstante, el alcalde añadió que “aunque no hay una obra que no moleste, también quiero que se sepa que cuando planificamos una obra hay que licitar la compra de materiales y maquinaria y eso tiene vicisitudes, mesas en las que no concurren empresarios, o empresarios que no han presentado toda la documentación, y procesos hechos en 45 días pasan a tener que hacerse en 90 o en 100 días, lo que supone retrasos en las obras”. “La situación administrativa genera estas distorsiones, pero eso pasa en todos los sitios con un programa como el PROFEA, en el que los ayuntamientos aprovechan para mejorar las calles, y que va dirigido a personas que, por ser de régimen especial agrario, no tienen trabajo en ese tiempo, con lo cual también es bueno que en una comunidad educativa se trasladen esos valores de solidaridad, a pesar de las molestias que, a veces, causan este tipo de obras».
