El Ángel Ximénez mantiene su trayectoria ascendente y esta noche logró una rotunda victoria en Pontevedra ante el Cisne (24-32), que le permite avanzar hacia la tercera ronda de la Copa del Rey, un duelo que los pontanenses dominaron de principio a fin, mostrándose muy sólidos y controlando en todo momento a su rival, al que consiguieron desactivar.
Las cosas se pusieron pronto de cara, al igual que ocurriera el sábado en Santander, con un parcial de 0-5 de salida que obligó al técnico local, Javier Márquez, a parar el partido cuando ni tan siquiera se había cubierto el primer parcial. Con una defensa a una intensidad altísima, y con el sueco Henrik Nordlander demostrando su calidad bajo palos (detuvo dos siete metros en los primeros minutos), los de Puente Genil se manejaban bien en el duelo, llegando a tener seis goles de ventaja con el 1-7. Pero el Cisne despertó de su letargo, y eso, unido a las imprecisiones visitantes, y a los siete metros y a las exclusiones sufridas por el Ximénez motivó que la diferencia no fuese abismal, y se estabilizara entre los cuatro y los seis tantos. El desarrollo del partido no invitaba al exceso de confianza, y más todavía cuando el Cisne apretó los dientes en los últimos minutos de la primera mitad para llegar al intermedio sólo tres abajo (14-17).
En la segunda parte, los gallegos quisieron meterse en el partido, y llegaron a ponerse a sólo dos, con el 17-19, pero en ese momento clave, un parcial de 0-3 de los pontanenses, cimentado en la defensa, las paradas de Nordlander y los contraataques, evitó males mayores. Un gol de Xavi Tua estableció el 18-24 culminando el parcial del 1-5, y aunque Márquez volvió a parar el partido, el encuentro ya estaba prácticamente visto para sentencia, ya que Bustos pidió un último esfuerzo a los suyos, que firmaron un concluyente 23-30 para sentenciar el choque, un duelo que al final reflejó un 24-32, indicativo de la superioridad mostrada por los de Puente Genil. (Foto Fernando Lago)
