“Cuando en una residencia tenemos 86 positivos, algo no se ha hecho bien para evitar los contagios”. Así de tajante se ha pronunciado el director general de cuidados sociosanitarios de la Junta, José Repiso, quien esta mañana ha presidido la reunión del Comité de seguimiento del distrito sanitario para abordar la situación de los centros residenciales de mayores, en el que se ha evaluado con detenimiento la situación de la residencia de mayores “Inmaculada Concepción” que contabiliza hasta el momento 10 personas fallecidas por Covid-19.
Repiso ha explicado que el brote en la residencia empezó el 6 de octubre con el primer caso de sospechas, “el día 13 se realiza la primera acta de medicalización de la residencia, y desde entonces ha habido un servicio de un médico de atención primaria de la residencia junto con la enfermera gestora de casos haciendo el seguimiento al centro residencial”. “Por desgracia, el virus en este tipo de centros residenciales cerrados tiene una alta capacidad de contagio, con personas frágiles y con pluripatologías es letal, y en la mayoría de los casos el principal vector de contagio son los trabajadores. Concretamente en Puente Genil no lo hemos estudiado desde el punto de vista epidemiológico pero suele ser así, de ahí que eso pueda explicar que, de la noche a la mañana, un centro que no tenía ningún positivo pase a tener 86”, afirmó.
“Ante esta situación, el comité ha aprobado la segunda fase de la medicalización de la residencia, poniendo a disposición de este centro residencial tres médicos de atención primaria y dos enfermeras. Asimismo, se va a reforzar la coordinación con el ámbito hospitalario, tanto a nivel de laboratorio como de internista, que ya existía, pero vamos a redundar en eso y, a partir de ahí, si también vemos conveniente tener que evacuar a los residentes negativos también lo valoraremos”, explicó Repiso, quien se sinceró asegurando que “se está haciendo todo lo humanamente posible” para atender a las personas de la residencia. Para frenar el virus “hoy por hoy una de las principales armas es la anticipación, y en el caso de Puente Genil hemos llegado tarde, no nos hemos podido anticipar, pero es verdad que el sistema sanitario funciona, quien clínicamente tiene que venir a un hospital viene, y hoy tenemos ocho personas ingresadas en el hospital de Puente Genil al tiempo que también tenemos gente que está siendo atendida en el centro residencial”.
En capítulo de preguntas de los medios de comunicación, y sobre la efectividad del protocolo, Repiso puso de manifiesto que “desde mayo todos los inspectores de servicios sanitarios le han solicitado un plan de contingencia a cada residencia, que tenía que reflejar aspectos arquitectónicos de sectorización y de recursos humanos. Después de presentar ese documento se ha trabajado in situ», recalcando que «cuando en una residencia tenemos 86 positivos algo no se ha hecho bien en el ámbito de evitar los contagios. A día de hoy lo más importante es dar la mejor atención posible en esa residencia y habrá otro momento en el que habrá que valorar que ha pasado para que en dos semanas se nos vaya de 0 a 86 personas positivas”, enfatizó.
Con respecto a la posibilidad de una evacuación de los residentes que ahora mismo siguen en el edificio, Repiso señaló que “tiene que haber criterios epidemiológicos porque en otras zonas hemos evacuado negativos y después han positivizado, y eso es crear un problema, con lo cual tenemos que tener certeza de que no se van a positivizar y eso se consigue haciendo PCR en un periodo de tiempo equis porque puede crear un problema”.
En relación a los datos, Repiso dijo que de 95 usuarios de la residencia, actualmente hay 86 positivos de los cuales 78 están en la residencia, 8 ingresados y 9 son negativos, con un total de 10 fallecidos. Asimismo, hay 22 trabajadores contagiados. Repiso dijo no tener constancia de que hubiera ninguno ingresado, aunque en las últimas horas sí se sabe del estado grave en el que se encuentra una cuidadora. En este sentido, sobre los bailes de cifras en torno a los datos, el director general explicó que “el desfase se produce con el tema de grabar la red de alerta. Como director general yo me entero de datos que salud pública tarda cuatro días en dármelos, por eso el reajuste se debe a una mera cuestión de operatividad”.
Por último, José Repiso insistió en que más allá de la asistencia sanitaria y clínica, “posteriormente habrá que ver el plan de contingencia que se contempló y ver lo que ha podido cumplirse y donde ha habido errores”. “Puede que se llegue a la conclusión de que no se haya producido ningún error o un alguno que no es achacable a responsabilidad humana, pero en todo caso será la inspección de servicios sanitarios la que tenga que hacer esa investigación y ese estudio”.