El Gobierno ha aprobado el denominado Plan de Transición hacia una Nueva Normalidad, que contempla un total de cuatro fases para abordar la desescalada de la pandemia. A estas fases irán accediendo las provincias en función de la evolución y los datos que presenten en dichos territorios. Cada fase tendrá una duración, como mínimo, de dos semanas, de modo que en el mejor de los casos, se prolongará seis semanas y en el peor ocho, lo que permitiría alcanzar la “nueva normalidad” a finales de junio.
La fase actual sería la fase 0 o de preparación para la desescalada. Se permiten los paseos de los niños y los de los adultos, a partir del 2 de mayo. Se abrirán los locales donde se puede pedir cita previa para ser atendidos de modo personal, incluyendo los restaurantes que sirven comida a domicilio, y también los entrenamientos individuales de deportistas federados y que participen en ligas profesionales.
A partir de ahí, las provincias con buenos datos iniciarán la fase 1 (inicio), y, desde entonces, cada 15 días se pasará a un tramo más avanzado. La fase 1 incluye la apertura del pequeño comercio, con medidas estrictas de seguridad (no así en grandes superficies “donde son más probables las aglomeraciones”). Se permitirá la apertura de terrazas al 30% de su capacidad, sin afluencia de clientes en el interior del local, y también de los hoteles y alojamientos turísticos, excluyendo zonas comunes, y con horario preferente y especial para mayores de 65 años. Los lugares de cultos podrán abrir con no más de un tercio del aforo. El sector agroalimentario comenzará la reanudación de la actividad agroalimentaria que había sido detenida en el decreto del estado de alarma
Para la fase 2 (intermedia) se abrirá el espacio interior de los locales con un tercio del aforo, siempre y cuando haya “garantías de separación y solo para servicio de mesas”. En esta fase se establecen algunas excepciones para reabrir centros educativos con tres propósitos: actividades de refuerzo, garantizar que los niños menores de seis años puedan acudir a los centros si ambos padres tienen que trabajar presencialmente y, también para EBAU (acceso selectividad). Se reanudará la caza y pesca deportiva, y también, en el plano cultura, se reabrirán cines, teatros, auditorios y espacios similares con butaca preasignada y una limitación de aforo de un tercio. En esta fase, también se contempla: visitas a monumentos y otros equipamientos culturales como salas de exposiciones, como salas de conferencias, con un tercio de su aforo habitual. Y se podrán celebrar los actos y espectáculos culturales de menos de 50 personas en lugares cerrados con un tercio de aforo; y si es al aire libre, serán posibles cuando congreguen a menos de 400 personas, siempre y cuando sea sentado. Los lugares de culto deberán limitar su aforo al 50% en esta segunda fase.
En la fase 3 (avanzada), se flexibilizará la movilidad general, si bien se mantendrá la recomendación del uso de la mascarilla fuera del hogar y en los transportes públicos. Y en cuanto al ámbito comercial, se limitará el aforo al 50% y se fijará una distancia mínima de 2 metros entre personas. En la actividad vinculada con la restauración, se suavizan algo más las restricciones de aforo y ocupación, si bien se mantienen estrictas condiciones de separación entre el público. Los locales comerciales podrán llenarse al 50% y con una separación adecuada.
El uso de mascarillas está recomendado en todas las fases y el curso escolar comenzará en septiembre. Cada uno de los pasos es reversible. Si la evolución fuese mal, podría volverse a la etapa anterior. Hay cuatro criterios con los que se medirá si una provincia puede avanzar a la siguiente fase tras las dos semanas que, como mínimo, durará cada etapa. Son la “capacidad del sistema sanitario”, con especial atención a la presión asistencial de las UCI; la situación epidemiológico de la zona; con qué medidas de protección cuentan los espacios públicos; y los datos de movilidad y socioecónomicos de dicha provincia.