Tal y como sucediera durante la madrugada del lunes al martes, en la del miércoles al jueves volvió a producirse un nuevo desalojo temporal de una de las casetas del recinto ferial tras detectarse que una o varias personas –extremo que se está investigando- procedieron a rociar spray de pimienta en las tomas de aire acondicionado de la misma, lo que motivó que quienes en ese momento se encontraban en la misma experimentaran dificultades para respirar, tos, molestias en la garganta y picor en los ojos.
El modus operandi utilizado fue exactamente el mismo que el empleado cuarenta y ocho horas antes, y además en la misma caseta, una situación similar que derivó en mucha inquietud y preocupación aunque, tras los primeros momentos de confusión, y una vez que los efectos del gas irritante comenzaron a disiparse, la situación recuperó la normalidad.
Los sprays de pimienta son aerosoles que habitualmente se usan para la protección y defensa personal de cualquier persona. Más allá de los efectos inmediatos descritos como escozor, irritación y enrojecimiento en los ojos, picazón y ardor en la piel durante unos minutos, y sensacion de asfixia y bloqueo de las vías respiratorias, no provocan secuelas. El uso de este tipo de spray es legal, pero únicamente pueden utilizarse aquellos homologados oficialmente y, por lo tanto, aptos para la compra y empleo de defensa personal por los ciudadanos.
Por el momento, ni la Policía Local ni la Guardia Civil han notificado ninguna detención por estos hechos.
