La delegación de Tráfico y Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Puente Genil ha procedido esta semana a la instalación de bandas reductoras de velocidad en diferentes puntos del casco urbano de la localidad, una medida que tiene por objeto el calmado de tráfico en estos puntos con el fin de reducir la peligrosidad para los vecinos, tratando de minimizar también el riesgo de accidentes.

En concreto, y por poner algunos ejemplos, estos resaltos se han instalado en lugares como la calle Nueva, así como el inicio de la carretera de El Palomar, junto a la gasolinera. Hace ya un par de meses se instaló otra banda reductora en la calle San Sebastián, y también está previsto que se coloquen próximamente en la calle Poeta Antonio Serrano, donde el año pasado se retiraron los resaltos ya existentes.

Hay que recordar que el pasado mes de febrero se instalaron tres “radares pedagógicos” en la Avenida de la Estación, a la altura de la antigua cooperativa; en la Cuesta del Limpio, en las inmediaciones del Punto Limpio junto a la gasolinera; y también en la calle San Sebastián antes de la curva que da acceso a la calle Lemoniez, una iniciativa que, en palabras del edil, José Antonio Gómez, tenía como finalidad “intentar concienciar, sensibilizar y hacer más seguro el tránsito peatonal en esos tramos”. 

Como suele ser habitual, la instalación de estas bandas reductoras genera controversia, primero por las características de los resaltos, no siempre al gusto de los conductores; y también, por la escasa uniformidad de los mismos en relación a los ya instalados en el resto de la población, de diferentes modelos.