El incremento de los casos de Covid-19 en Puente Genil, con 100 nuevos contagios en apenas una semana, ha generado preocupación en muchos vecinos, que temen la posibilidad de que la localidad pueda ser objeto de restricciones a la movilidad en los próximos días si la curva de incidencia del virus mantiene la tendencia vista tras el puente festivo. Por el momento, los datos de incidencia acumulada (número de casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días) pone a Puente Genil con un indicador de 356,1. Es una cifra que inquieta, aunque todavía está un escalón por debajo del umbral que marca la Junta (en torno a 500) para adoptar otras medidas de más calado.
Sobre este particular, las autoridades sanitarias precisan que la tasa de incidencia acumulada de coronavirus en los últimos 14 días es «solo un dato más de los muchos que se valoran» a la hora de evaluar la evolución de la pandemia y su impacto en los municipios, pero lo cierto es que acercarse a ese escalón obliga a redoblar la vigilancia y a estar muy pendientes de lo que podría acarrear rebasar esa barrera, no sólo ya a efectos sanitarios, sino también por la repercusión que ello implicaría para la actividad económica.
Un paso intermedio estaría en la realización de cribados masivos a la población, una medida que ya se adoptó en Lucena, y que se está repitiendo en otros municipios buscando determinar si en una localidad existe transmisión comunitaria o, por el contrario, los focos se localizan en zonas y lugares concretos. Las personas que participan en la prueba se escogen al azar y normalmente suelen representar entre el tres y el cinco por ciento de la población, recibiendo previamente una comunicación por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Para estas pruebas se utilizan test de antígenos, los cuales están equiparados en capacidad diagnóstica a las PCR y permiten conocer el resultado en unos 15 minutos. Una vez finalizada la realización de todos los test, se remiten los resultados a la Consejería de Salud y Familias para su estudio.
Por último, si la situación se agrava, planea la sombra de un hipotético confinamiento, que tendría que ser decretado por la Junta, única autoridad competente para ello. Esta medida supondría la imposición de limitaciones a la movilidad, de tal manera que sólo se podría salir o entrar a la localidad con un documento que justifique debidamente la actividad que motiva el viaje, como pueden ser acudir al trabajo, a un centro médico, docente o regresar al domicilio habitual, entre otros. En estos pueblos, como ha ocurrido con Casariche o actualmente Écija, los establecimientos comerciales y de servicios, bares y restaurantes deben cerrar a las 22:00 y no deben sobrepasar el aforo del 50%. Asimismo, en dichas localidades está limitado el número de asistentes a bodas y comuniones a 30 personas como máximo.
