Ante la incertidumbre provocada por la situación sanitaria, los entrenadores de los 18 equipos que integran la Liga Asobal han hecho pública una propuesta de desarrollo de competición alternativa a la actualmente planificada, que implicaría un modelo de “burbujas”, en la línea de lo que viene sucediendo en otros deportes, con el fin de reducir los riesgos de contagios entre los integrantes de las diferentes plantillas.
La propuesta de los técnicos consiste en el establecimiento de un modelo de competición hasta diciembre, para poder respetar que en el caso que exista vacuna se pueda competir la segunda parte de la temporada con normalidad. En el caso que no sea así, la segunda vuelta de la competición se celebrará del mismo modo que la primera vuelta de la misma. Para ello habría que establecer una fecha tope que permitiera la organización de las burbujas desde el mes de febrero. Habría que buscar una fecha de referencia (enero).
En las competiciones en burbujas se buscaría la máxima seguridad posible para todos los integrantes (jugadores, entrenadores, árbitros).Estas competiciones por burbujas deberían de garantizar el aislamiento total de todos los participantes en ellas. Estas burbujas estarán compuestas por 6 equipos, pero además de los equipos, deberán considerarse las parejas de árbitros, los componentes de las mesas arbitrales, etc.
Las burbujas se celebrarían en diferentes semanas, para poder ofrecer a la TV la posibilidad de tener partidos de balonmano constantemente en su parrilla. Además, los equipos que compitan en una burbuja tendrían siempre un mínimo de 2 semanas de descanso entre una burbuja y otra, con el fin de recuperar al equipo del esfuerzo que va a suponer el desarrollo de la burbuja.
El modelo de competición que se propone establece el desarrollo de 15 burbujas durante la primera vuelta. Habría que asignar la organización de cada una de las burbujas a un equipo, quedando tres equipos sin asignación de burbuja. Los equipos podrán renunciar a la organización de las burbujas. En el caso que todos los equipos quieran organizar una burbuja, se sorteará la organización de las mismas. Los tres equipos que no tuvieran la organización de las mismas tendrían la posibilidad de escoger burbuja en la segunda fase de la competición si se tuviera que mantener el modelo, y el resto de burbujas se sortearían de la misma forma que en la primera fase de la misma.
El organizador de la burbuja tiene la responsabilidad de garantizar el desarrollo de la misma en las condiciones sanitarias marcadas tanto por la competición (PCRs, aislamiento,…) y las de su Comunidad Autónoma. Esto implica que la burbuja puede tener público según estipule la normativa de la CCAA. Puede ser que en se permita el 50%, el 30%,… lo que dictamine la ley de la CCAA en donde se organiza la burbuja.
La propuesta parece muy interesante y ha encontrado una buena acogida, aunque por el momento ni la Liga Asobal ni la propia RFEBM se han pronunciado sobre la misma.