Puente Genil ha renovado su devoción hacia la Patrona de una manera atípica y diferente, ya que en este año, debido a la pandemia, la Purísima no ha podido procesionar por las calles de la localidad. Pese a ello, han sido numerosos los fieles y devotos que han querido mostrar su cariño a la Virgen, expuesta esta tarde en el dintel del Santuario de Nuestra Señora de la Concepción.
Previamente, en la matinal, y como es preceptivo, tuvo lugar, a las doce del mediodía, la tradicional Función. En ella, el alcalde, Esteban Morales, junto con los presentes, entre los que se encontraban autoridades religiosas y civiles, procedió a la renovación del Voto de Patronato, que data de 1650. El acto litúrgico fue presidido por D. Juan Ropero Pacheco, arcipreste de la villa. Ya posteriormente, en horario de tarde la Virgen bajó desde su Camarín hasta la puerta del Santuario, en la calle Madre de Dios donde fue objeto de veneración en la franja horaria donde, en condiciones normales, hubiera tenido lugar la solemne procesión.
Este año, de manera excepcional se han celebrado dos Novenas, siendo las intenciones de los cultos por los difuntos, especialmente los de la pandemia, los enfermos, desvalidos, ancianos, parados familias, jóvenes, sacerdotes, religiosos, por las hermandades, cofradías y corporaciones y, en general, por todos los que padecen las consecuencias de la pandemia, además de por todo el pueblo de Puente Genil. Finalizada la jornada festiva, arranca la tradicional Octava, con la que la semana que viene se pondrá el punto y final a los actos de culto a la Patrona de Puente Genil.
