Adoquines levantados o sueltos, alcorques sin árboles, baches, alcantarillas llenas de suciedad. Un deterioro evidente a la vista de muchos vecinos de Puente Genil que pasean por las calles de nuestro municipio. Cuando se pone en marcha una obra que persiga la construcción de una infraestructura o la reforma de un entorno, no se busca otra cosa que no sea dotar a una ciudad de lugares transitables y accesibles para los vecinos. Pero igualmente es entendible que, con el paso del tiempo y una vez terminada, se exponen a un deterioro natural que requiere de la actuación del personal de mantenimiento urbano de un Ayuntamiento si se trata de un asunto de titularidad pública. Unas veces se tarda más y otras menos en reparar lo que se rompe, estropea, o está mal hecho. La reciente intervención en el Paseo del Romeral o la que se ha de realizar en calle Madre de Dios para sustituir el adoquinado son dos casos que ejemplifican las necesidades urgentes de poner orden en lo que respecta al área de Obras y Urbanismo de la institución municipal.
A comienzos de siglo – en época de bonanza económica -, ser el responsable de Urbanismo en una ciudad era sinónimo de “poder”. Ahora ha pasado a ser una cartera situada más cerca del lado oscuro que de la prosperidad. Si no se tienen partidas presupuestarias consignadas interesantes, es imposible que se puedan acometer proyectos. La dependencia de convocatorias de subvenciones a nivel provincial, autonómico, estatal o europeo deja poco margen para aquello que sea más “jugoso” si solo se ven esos proyectos desde el ojo de lo local. Pero esto es lo grandilocuente. Conocer los recursos que se tienen de manera detallada y cómo se gestionan es el primer paso que han de dar los gobiernos para conocer qué necesidades tienen (recursos humanos, económicos, técnicos y materiales para coordinar un mantenimiento continuo). En este sentido, hay camino por recorrer.
Bien lo sabrá Jesús López, el nuevo concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Puente Genil. El hueco que deja Verónica Morillo lo ocupa un concejal con años de experiencia política, pero igualmente novel en una de las concejalías más importantes, a pesar de lo escrito, en un Consistorio. Y eso que restan siete meses y medio para las elecciones municipales. ¿Tiene deberes el nuevo edil? Muchos. El de dotar de cierto orden y jerarquía a su delegación es imprescindible e ineludible para hacer frente a los problemas de mantenimiento urbano existentes en Puente Genil, que no son pocos.
¿Cabe un área de Infraestructuras en el Ayuntamiento de Puente Genil?
En la actualidad, los encargados de velar por el buen estado de las infraestructuras de Puente Genil están distribuidos en diferentes departamentos. Los hay en Egemasa, en la Policía Local, y en otros servicios que presta el Ayuntamiento. Cualquier persona podría pensar que coordinar un área tan diversa con sus empleados repartidos entre áreas y servicios no es eficaz. Otra cosa es cuántos sean en número. De hecho, la reparación del bache localizado en la entrada al Polígono Industrial Huerto del Francés por la carretera de Aguilar, que es algo sencillo, se ha tardado meses en arreglar cuando se trata de un tramo de un alto volumen de tráfico. No cabe duda que la creación de un área de mantenimiento integral podría agrupar la conservación de vías públicas, los edificios e instalaciones públicas, así como las infraestructuras municipales. Incluso podría establecerse una coordinación con un departamento responsable del alumbrado público para, en casos como los actuales, controlar los gastos de la factura de la luz. Si la partida de personal es la más cuantiosa para las arcas municipales, por debajo está la de abonar el pago de la factura de la luz, que ha subido exponencialmente desde el inicio de la crisis energética.
El mantenimiento de una ciudad requiere de inspección permanente, de una comunicación fluida entre empleados y administradores del departamento, y actuaciones. Así es normal que haya ayuntamientos repartidos por nuestro territorio que cuentan con área de Infraestructuras.
Las tareas están por hacer en esta área municipal por el bien del mantenimiento urbano de Puente Genil, y no solo se trata de proyectos vinculados a los Fondos Next Generation. No han parado de llegar a lo largo de esta legislatura al Ayuntamiento pontano reclamaciones por parte de los vecinos que residen en la Ribera de San Luis, Don Gonzalo, o la ya mencionada calle Madre de Dios. Todas esperan una respuesta integral y eficaz en favor del bienestar de la ciudadanía.