ACTUALIDADBaloncestoDEPORTESJuventud

«Estoy cumpliendo un sueño en EEUU, pero tengo más: jugar en la NBA, la ACB, o la Euroliga»

Tiempo de lectura: 16 minutos
Comparte

El activista norteamericano Martin Luther King se hizo famoso por una frase: «I have a dream». Su lucha contra la pobreza y su labor por los derechos civiles fueron una reclamación que se llevó a término con la aprobación de la promulgación de la Ley de Derechos Civiles de 1964 y la Ley de derecho de voto un año después. Soñar, al fin y al cabo, es gratis. Pero en la condición humana está encerrada la facultad de trabajar duro por conseguir que se hagan realidad. La que es capaz de compartir Pablo Tamba Villén (4 de septiembre de 2003) con SoloPuenteGenil. El talentoso jugador de baloncesto está de vacaciones disfrutando del reencuentro con su familia y amigos mientras se plantea dónde va a ejercitarse dentro de unas semanas hasta que llegue el Europeo sub20 y, posteriormente, su nuevo reto deportivo en la UC Davis de Estados Unidos. Tamba está cumpliendo un sueño, pero ya no es el único.

SÓLO PUENTE GENIL: ¿Cuándo empezaste a jugar a baloncesto?  

     

PABLO TAMBA VILLÉN: Todo empezó con 10 años, cuando empecé a jugar en Puente Genil hasta que me marché a Córdoba a jugar en el Bball en categoría minibasket.

SPG: ¿Tu hermano Ismael es el culpable de que jugaras a baloncesto?

PTV: Sí. Es curioso porque los dos empezamos jugando a fútbol. Destacábamos entre nuestros compañeros porque éramos muy altos, sobre todo mi hermano. Pero un día nos llamó el club de baloncesto de Puente Genil porque se lesionó un jugador y necesitaban un sustituto para disputar un partido. No para entrenar, sino que directamente era para jugar. E Ismael, que en un principio no quería ni le gustaba la idea porque le encantaba el fútbol, acabó yendo a jugar a basket porque le insistieron. La experiencia le gustó bastante y yo, mientras tanto, seguí jugando a fútbol. Pero un día sufrí una fractura de codo y mientras me recuperaba y no podía jugar a ningún deporte, veía a mi hermano jugar a baloncesto y me acabó gustando más que el fútbol. Quise darle una oportunidad y ha funcionado.

SPG: ¿Cómo le sigues la pista a Ismael? ¿Cómo le ves a nivel deportivo?

PTV: Le veo como un jugador profesional. Siempre sigo sus partidos y sus estadísticas porque cuando ambos estuvimos en Unicaja, en el Rodillos Codimar Basket Genil o en el Bball, jugamos juntos. Por tanto, nuestro crecimiento siempre ha ido de la mano. Él por un lado siendo un tipo de jugador y yo por otro, pero al ser mi hermano, haber crecido juntos y haber jugado juntos, siempre me interesa saber cómo progresa al igual que yo sigo dando pasos adelante en mi carrera deportiva.

SPG: ¿Qué te cuenta Ismael sobre la LEB Plata, la liga en la que compite, y de vivir en Palma de Mallorca?       

PTV: Vivir en Palma de Mallorca le encanta. Es un sitio muy bueno para vivir y jugar en esa liga también le gusta, aunque siempre querrá ir a lo máximo que pueda. Le gustaría igualmente jugar a mayor nivel sin que ello quiera decir que la LEB Plata tenga menos nivel. Ismael es un tío grande, con mucho talento; y en esa categoría hay compitiendo jugadores más relajados o que no se lo toman tan en serio el deporte como él se lo puede llegar a tomar. Pero hablo de algo natural en todo el mundo.

     

SPG: ¿Y hay pique entre los dos?

PTV: Cuando estamos a distancia no. Lo que sí hay es un interés mutuo del uno por el otro. Pero cuando estamos juntos y entrenamos ya empieza el pique. Ya hemos hecho contacto previo y a partir de entonces, no hay nada que retener. Hacemos 1 vs 1, ejercicios, jugamos juntos, e incluso en la selección española tuvimos la oportunidad en el verano de 2019 y de tener esos momentos. Al final te quieres probar contra lo mejor que puedas en cada instante, y qué mejor que tu hermano, que ha tenido el mismo progreso.

SPG: En vuestra vida hay un momento que os marca a los dos y es ese oro en el Europeo del año 2019. ¿Qué recuerdos tienes de esa final, de ese postpartido?

PTV: Fue un momento superespecial e icónico para mí. También sabiendo que mi hermano lo ganó con anterioridad. Significaba mucho para mi familia y para mis amigos ganar esa medalla de oro y ver la alegría que le daba a la gente del círculo más cercano triunfar de tal manera. Eso, además, me empujó a tomarme las cosas mucho más en serio y a dar el paso de irme a Estados Unidos como consecuencia de ese pensamiento.

«Mi hermano Ismael me dio muchos consejos para que decidiera irme a Estados Unidos a jugar en la liga universitaria, él tenía clarísimo que me tenía que marchar»

SPG: De hecho a partir de aquello vino la oportunidad de marcharte a Estados Unidos, el sueño de todo jugador de baloncesto. A ti se te presenta esta propuesta en el año en el que ibas a cumplir la mayoría de edad. ¿Cómo recuerdas ese momento en el que te plantean la posibilidad?

PTV: No fue algo que yo pensé y dije “quiero irme a Estados Unidos”. Es algo que todo el mundo piensa y le gustaría hacer, pero siempre se piensan las cosas seriamente. Aunque también necesitas de otras cosas que te empujen a hacerlo. Hay que sacrificar al final el estar aquí cerca de tu gente para dar ese paso en tu carrera.

Lo más importante para mí con tal de dar ese paso fue mi hermano Ismael. Los dos hemos hablado muchas veces de irnos a Estados Unidos pero nunca lo habíamos planteado en serio. Pero él, después de haber estado con el Unicaja, haber entrenado y jugado con el primer equipo, conoció a mucha gente que estuvo en Estados Unidos o que no estuvo allí pero sabía lo que era estar ante la oportunidad de marcharse a América y se arrepienten de no haberse ido. Todos le transmitían lo que al final él me decía a mí, que me tenía que ir.

Yo decía que me marchaba pero con ánimo de probar la experiencia. Sin embargo, mi hermano realmente me veía allí sin duda. Más adelante tuve la oportunidad de jugar con el Unicaja de ACB y conocí a jugadores, entrenadores, personas que saben del tema y que me llegaron a convencer. Además, era mi última etapa como jugador júnior y jugaba con gente profesional. Todo eso se unió para que me diera cuenta de que el baloncesto debía de pasar a una fase de convertirlo en un estilo de vida para poder crecer profesionalmente y vivir de ello. Ese fue el paso definitivo para enfrentarme a jugadores más jóvenes, con ganas de ganar, más competitivos, y que además es un sitio para mejorar mucho individualmente como jugador de baloncesto.

Creo que en España el baloncesto es muy bonito a nivel colectivo, pero individualmente en Estados Unidos los jugadores están mejor. Ahí me di cuenta también de que podía mejorar mi juego y debía encontrar el camino allí.

SPG: Y allí, ¿en qué ciudades has estado?

PTV: El primer año estuve en Idaho State, en una ciudad llamada Pocatello. Después hice el traslado de expediente, allí llamado transfer, para irme de Idaho a Florida. Estuve en Indian River State, en Fort Pierce. Entre Orlando y Miami había una hora de distancia entre ambas ciudades. Y ahora me cambio por última vez de universidad y voy a Davis, en California, a 15 minutos de Sacramento, la capital.

SPG: ¿Qué te están aportando esas experiencias tanto a nivel deportivo como universitario?

PTV: Mi experiencia es increíble porque todo es diferente. La lengua, la cultura, la gente… Es impactante y al mismo tiempo lo disfrutas, porque es como ir de vacaciones y visitando sitios. Eso es muy cool, por así decirlo. Aunque también tengo la obligación de estar muy concentrado en mis cosas. Sabes que sacrificas el estar aquí con tu familia, con la gente que quieres y en tu ambiente para jugar a baloncesto y tener tus estudios. Allí es más fácil estudiar y jugar que aquí, se puede compaginar mejor.

Pero igualmente tienes que aprender a marcar tus tiempos, a crear tu rutina, y a llevar las cosas lo mejor posible. Recuerdo estos dos años con altibajos, pero me quedo con todo lo bueno que me está aportando. En lo educativo he aprendido muchas cosas tanto dentro como fuera del baloncesto. Soy más independiente, he ganado en capacidad de adaptación dentro de la universidad en un país que no conozco… todo eso te ayuda a madurar y a crecer.

SPG: Cuando se habla de “el sueño americano”, pensamos en esa capacidad que tienen en Estados Unidos de ir siempre a la vanguardia, a la última en todo lo que se proponen. Además de ser muy competitivos en todo. ¿Cómo palpas allí que la cultura del esfuerzo es tan importante?

PTV: Creo que en Estados Unidos hay mayor cultura de esfuerzo por la competitividad, no por devoción al baloncesto o por lo que transmitan en su vida cotidiana los americanos. Allí todo es competitivo. Cuánto dinero tienes, cómo vistes, qué comes, cómo te ves, qué es lo que haces y si lo haces mejor que alguien o no… Ese ambiente se transmite a los deportes y el baloncesto, que es un deporte muy grande allí, es un espejo increíble para ver esa mentalidad. Yo cuando llegué allí me daba cuenta de que la gente, por sus cualidades físicas o por su experiencia en el baloncesto, no debería tener tanta confianza en ellos mismos. Pero sin embargo todo el mundo está dispuesto a cualquier cosa para ser mejor que los demás. Eso les empuja a entrenar tanto individualmente y a mejorar tanto esas ganas de ser mejor que los demás.

Cuando vives en esa burbuja y te envuelves en ese ambiente, te sientes condicionado de alguna manera. Y si no lo comprendes, allí te quedas atrás. Si no tienes esa mentalidad competitiva, te quedas atrás. Eso me gusta mucho porque te empuja a mejorar muchísimo y la gente está dispuesta a esforzarse más y más; no simplemente a jugar y esperar a ver si llega lejos o mejora. Simplemente hay que esforzarse, mejorar y confiar en el esfuerzo, lo que yo estoy haciendo ahora. El otro camino es el de jugar y ver qué cosas buenas o malas hay. Yo me dedico a trabajar, trabajar y trabajar hasta ver cuáles son los frutos. Tarde o temprano, si sigues en ese camino de esfuerzo, llegarán.

«En EEUU todos los institutos y universidades tienen su propio equipo de fútbol o baloncesto. En España vas a la escuela pero te tienes que buscar un equipo»

SPG: ¿Tenemos mucho que aprender de ello en España?

PTV: Sí, porque los clubes de cantera de equipos ACB están muy marcados por las categorías en las que se compite en el deporte base. Y siempre hay jugadores muy buenos o que le dan mucha importancia al baloncesto. Pero luego hay otros que quizás no y no se les demuestra que si no se lo toman en serio, que si no quieren ser realmente mejor que otra persona, siempre va a haber gente por encima suya. Yo sinceramente creo que se puede aprender mucho de eso en España aunque haya diferencias con respecto a Estados Unidos, donde hay factores que ayudan a que las cosas sean más fáciles. España no deja de ser un país en el que hay muchas actividades extraescolares y muchas horas de estudio después de ir al colegio o al instituto.

En cuanto a nivel escolar, en Estados Unidos no hay tanta presión, no hay tanto volumen de estudio. Eso deja a los atletas en ese país con mucho tiempo libre. En el instituto ves a chavales que están jugando a baloncesto, a fútbol, a voleibol, practican atletismo… Si el nivel académico aquí no fuese tan fuerte, los jóvenes podrían centrarse más en el deporte y quizás dedicarle más tiempo. Además, en Estados Unidos todos los institutos y centros universitarios tienen su propio equipo de fútbol, baloncesto, vóley… y compiten entre ellos. Y es la única liga que se disputa allí. Aquí, en España, vas al colegio pero te tienes que buscar un equipo. Eso también lo hace más difícil para los padres. Tienen que dejar a los niños en el entrenamiento, irse, y después recogerlos. Estar en un colegio y quedarte allí entrenando en el mismo complejo lo hace muchísimo más fácil. Y en la universidad es, a mi juicio, muchísimo más fácil.

Aquí tienes que estar pendiente de ir a clase y después moverte a otro lugar para jugar, por no hablar de ir a una universidad en la que esté interesado el estudiante y que haya un equipo en el que puedas jugar. Eso también condiciona a los jugadores a la hora de tomar decisiones, porque puede que tengan que dejar una universidad para elegir un equipo o viceversa. Allí, en cambio, los atletas se centran mucho más en el deporte y allá donde vayan van a poder estudiar lo que quieren y jugar en el mismo sitio con todo pagado. Es muy diferente, la propia cultura del país.

También ayuda competir en una liga de gente joven. Sólo te hacen estar cuatro años. No es una liga en la que pasas a ser sénior desde júnior, de estar en una cantera de algún equipo ACB pasas directamente a la vida adulta. Allí en Estados Unidos vas a ser sénior con la gente joven, pero con hambre. Es diferente jugar contra gente joven con hambre que contra gente buena sin tanta hambre. Así son las ligas como LEB Plata, LEB Oro…

SPG: ¿Cómo es tu vida allí, tu rutina?

Consiste en entrenar y estudiar en el campus. Como allí también. En cuanto a vivir, el primer año estuve viviendo a las afueras. Pero en el segundo semestre del curso me fui a vivir al campus. Este año he estado viviendo todo el curso en el campus. Está un poco apartado del edificio donde se imparten las clases y del gimnasio, pero es muy accesible. En el campus se hacen cargo de todas las comidas, por lo que sólo te tienes que centrar en entrenar, estudiar, y hacer siempre todo lo mejor que puedas. Todo lo que se salga de estudiar y entrenar lo dejo para los fines de semana o entre semana cuando tengo tiempo libre. Ahí es cuando visitas otros lugares con amigos. Realmente yo lo disfruto mucho. Tengo tiempo de hacer lo que me gusta a un ritmo totalmente aceptable y llevadero. Incluso si quieres invertir más tiempo en estudiar o en entrenar, puedes hacerlo y al mismo tiempo disfrutar del exterior, de otras cosas que puedas tener alrededor de la universidad.

SPG: ¿Estás cumpliendo un sueño?

PTV: Sí, porque desde pequeño siempre decía de ir a Estados Unidos. Pero ahora vivirlo, la experiencia, y ver que lo que se ve en las películas lo estoy viendo ahora, me fascina.

SPG: ¿Tienes más sueños por cumplir?

PTV: Sí, obviamente como jugador de baloncesto y estudiante. Estoy progresando para conseguir esos sueños, para llegar a ellos. Jugar al máximo nivel posible en la NBA, ACB, o Euroliga sería mi sueño total.

SPG: No sé si el Draft es uno de tus grandes sueños…

PTV: Sí. Y lo que palpo allí es el mayor contacto con gente de esa burbuja de la NBA. El que va a ser mi entrenador ahora en Davis jugó siete años en la NBA. Tiene contactos y amigos en la liga. Pero al mismo tiempo, también sabes lo que necesitas para llegar al Draft. Y con mucha nitidez. Hay mucha gente que sale de la universidad, que he tenido la experiencia de jugar contra ellos y al año siguiente les ves en el Draft. Eso te hace pensar en qué necesitas para llegar ahí.

A mí me quedan dos años todavía en la universidad y sé que el camino para llegar al Draft es trabajar lo máximo posible, hacer todo lo que se me dice y se me aconseja, y esperar para ver los frutos.

SPG: ¿Hay algún equipo de la NBA del que te hayan hablado y en el que te gustaría jugar?

PTV: Jugaría en cualquiera, porque cualquiera sería un sueño para mí. No tengo ninguna preferencia. Allí las franquicias funcionan de un modo similar. Todos juegan en la misma liga y tienen el mismo sistema. Además, hay muchas reglas allí también y hacen más equilibradas a las franquicias. Se ha extendido el interés por la juventud y ponen los ojos en el baloncesto universitario, al igual que en el baloncesto extranjero. En los últimos años, los MVP de la NBA han sido jugadores de fuera de Estados Unidos. Eso ya dice mucho.

SPG: ¿Cuáles son tus ídolos en el baloncesto o en el deporte en general?

PTV: LeBron James es un ídolo total. No sólo por el simple hecho de querer llegar a ser como él. La disciplina de trabajo que él tiene me gusta mucho. Durante todos estos años ha sido constante, un jugador de alto nivel. Y ese alto nivel que tiene y que todavía mantiene es lo que todo jugador de baloncesto necesita para llegar ahí. La clave es desarrollar un buen baloncesto y mantenerlo durante mucho tiempo. Eso es lo que te va a hacer vivir del baloncesto.

SPG: ¿Hay alguno más?

PTV: Sí, muchos, pero me cuesta decirte alguno más.

SPG: ¿Tus padres son tus ídolos?

PTV: Desde luego que lo son. Si no fuera por ellos no habría decidido tomarme tan en serio el baloncesto. Ellos han hecho un sacrificio enorme por mi hermano y por mí desde que somos pequeños. Nos han llevado a Córdoba y a Málaga a entrenar mientras vivíamos en Puente Genil, han estado pendientes de nosotros y de nuestro progreso.

Mis padres en realidad, soy yo también. Todo lo que yo estoy sacrificando y lo que ellos sacrifican va en el mismo paquete. Lo que sea que consiga yo lo consiguen también mis padres. Espero que estén orgullosos porque yo también lo estoy de lo que estoy logrando. Ellos me han motivado a conseguir lo máximo que pueda. Y mi meta, se puede decir incluso que mi única meta, es hacer todo lo mejor posible para que lo que ellos han sacrificado valga la pena.

SPG: Es una meta ambiciosa teniendo en cuenta la historia de tus padres.

PTV: Mi padre vino a España siendo joven, estaba estudiando, y conoció a mi madre mientras estudiaba. No es una situación fácil llegar a un país que no es el tuyo y empezar una vida muy diferente. Al igual que pasa en Estados Unidos, donde conviven diferentes culturas, lenguas. Mi padre ha tenido una habilidad para adaptarse, ser una persona increíble, importante y querida hasta el punto de que eso se haya convertido en un objetivo personal para mí fuera del baloncesto. Mis padres son personas decididas, van a lo suyo, y sin generar ni enemigos ni dificultades en cuanto a su comportamiento o personalidad. Quiero tener la mentalidad que ellos tienen. Al igual que LeBron James supo tener esa constancia en el trabajo y esa dedicación, mis padres la han podido tener a lo largo de la vida. Cualquier persona querría tener la vida de mis padres.

SPG: Son el mejor espejo en el que mirarse…

PTV: Sí, sin duda. Pero igual que ellos, mi hermano Ismael también. Siempre que le veo a él, veo a mi padre y siento que estamos los tres juntos. Ismael es dos años mayor que yo y va dos pasos por delante de mí. Empezar a jugar al baloncesto fue por mi hermano, ir a Córdoba a entrenar también, aunque yo me fuera primero. Pero a Ismael le conocían más. Ir a Unicaja de Málaga fue también por él, porque era grande y tremendo. Pero yo iba en el pack. Incluso ir a la selección española fue por Ismael, porque ya he dicho anteriormente que el paso de marcharme a Estados Unidos, el mayor paso que he dado en toda mi vida, fue por él. Qué menos que mostrarles mis respetos tratando de llegar a lo más alto.

«Cualquier persona querría tener la vida que tienen mis padres. Son increíbles, queridos y no generan enemigos ni dificultades allá donde van»

SPG: Suena como una ofrenda a tus padres…

PTV: Es que todo mi esfuerzo y todos mis objetivos son para agradecer a mi familia lo que han podido hacer por mí.

SPG: ¿Qué te aportaron los años que viviste de pequeño en Puente Genil?

PTV: Viviendo y creciendo en el pueblo, después emigrando a la ciudad, y después yendo a Estados Unidos, me he encontrado diferencias. En la ciudad o en Estados Unidos la gente es más independiente y egoísta, además de muy competitiva. Por ello, mi infancia aquí, de la que por cierto estoy muy orgulloso de haber vivido y de haber crecido en Puente Genil, me ha ayudado mucho a ser una persona muy humilde, trabajadora y consciente de lo que son las cosas, de cómo puede ser la vida y de la gente que te rodea.

Viviendo en un pueblo siempre sueles conocer a la misma gente, los mismos círculos de amigos. En ciudades, en cambio, o en Estados Unidos, eso se rompe muchas veces. Prima el individualismo y el egocentrismo. Por eso mis años aquí me han ayudado a ser humilde y a apreciar lo que tengo esté donde esté. Si no hubiese crecido aquí estaríamos hablando de una historia totalmente diferente.

SPG: ¿Qué te trae estar ahora por Puente Genil?

PTV: Ahora quiero disfrutar de estar en casa un par de semanas, porque siempre que uno vuelve aquí ha de tomarse su tiempo para hacer determinadas cosas. Tengo pensado ir a entrenar a varios sitios, por lo que estaré fuera de casa. Mi estancia en España va para largo. Tengo que crear más recuerdos para cuando me vaya para tener ganas de volver a casa. Ganas siempre hay.

«Admiro a LeBron James, tiene una constancia en el trabajo que le ha permitido desarrollar un buen baloncesto y elevarlo al máximo nivel»

SPG: ¿Y del Rodillos Codimar Basket Genil, qué recuerdos tienes? Allí diste tus primeros pasos como jugador.

PTV: Recuerdo a un club bonito que ayudaba mucho a los niños. Y lo sigue haciendo. Todavía sigo yendo de vez en cuando y los veo allí. El pasado verano llegué a entrenar alguna vez con el equipo sénior. Vi algunos de los equipos de categorías inferiores y me recordaba a cuando yo estaba jugando aquí en el club, donde aprendí muchos valores. Es un buen club para empezar una etapa baloncestística desde pequeño. Hay gente muy generosa que te va a enseñar lo máximo que necesitas, y eso siempre ayuda.

Yo creo que además, a diferencia de lo que pasa en Estados Unidos, aquí te enseñan más a jugar con tus compañeros y a disfrutar de lo que haces. Allí es más exigente. Si quieres ser el mejor, has de hacer lo que ellos te digan. Y si no lo haces, no serás el mejor. En edades tempranas tienen que disfrutar y eso también es importante. Desde una edad tan baja no tienen por qué ser tan estrictos. En cuanto vas subiendo de nivel o de categoría, puedes ir mejorando. Para un niño no significa tanto que se sea exigente con ellos porque no saben lo que les viene en el futuro. Yo no tenía ni idea de dónde iba a acabar. Así que me lo tomaba lo mejor posible con mis compañeros y disfrutaba mucho. Si un niño de Puente Genil se apunta a baloncesto, vivirá una experiencia que no olvidará jamás.

SPG: De Puente Genil te vas a Córdoba y seguidamente a Málaga…

PTV: Ahora pienso en aquellos años y me veo como un niño bastante pequeño y que se guiaba mucho por lo que veía. Los equipos de Córdoba eran mejores que los de Puente Genil. Y jugaban en una categoría mejor. Por tanto pensé en que me quería ir allí. Iba a adquirir más conocimiento del baloncesto y mi visión se expande a los equipos de cantera ACB. Al jugar en la selección cordobesa y en la andaluza, donde tuve la oportunidad de hacerlo, me llegó la posibilidad de irme al Unicaja.

Ese fue un gran paso. Cuando llegué allí el nivel era mucho más alto que el que vi en Córdoba. Había gente de otros países jugando en tu mismo equipo y compitiendo por algo. Gente más grande como yo en cuanto a estatura. Eso fue clave en mi crecimiento.

SPG: Entramos en un verano en el que habrá Mundial para la selección española absoluta y Europeo sub20 en Grecia. Aspiras a jugar ese torneo continental. ¿Qué pronóstico haces de esos campeonatos?

PTV: Empezando por el Mundial, pienso que España tiene una buena oportunidad. En el ránking FIBA, España es el número 1 por encima de Estados Unidos, Australia, Francia o Alemania. Y estar ahí no te lo regala nadie. La mayoría de jugadores que han vivido la época más gloriosa de nuestro baloncesto (Ricky Rubio, Rudy Fernández, Pau Gasol en su momento…) no estarán, pero hay jugadores jóvenes con talento y con mucho baloncesto como para que se pueda ganar o como mínimo se suban al pódium. Pero siendo España creo que se puede aspirar a la medalla de oro.

Y en cuanto al Europeo pienso que tenemos que ganar el oro sí o sí. El año pasado también se ganó el campeonato y la mayoría de jugadores que lo ganaron van a volver a ser convocados porque han cumplido un año más y mantienen la categoría. Hay que hacer el doblete.

¿Interesante? Compártelo

Artículos Relacionados