Si echamos un vistazo a las principales ciudades, está llevándose a cabo en ellas un proceso de peatonalización de los centros históricos y comerciales, no exentos de polémica, pero que finalmente redundan en beneficio de los ciudadanos.
Más de una vez se ha hablado (yo mismo) de peatonalizar diferentes zonas de Puente Genil, y ahora analizaremos los beneficios.
En primer lugar habría que analizar cuales son las vías y zonas susceptibles de peatonalización en Puente Genil, y claramente se nos va la mirada a la Matallana. El casco histórico, por su situación y por su configuración, no necesita precisamente peatonalizar calles, sino más bien, descongestionar el enorme tráfico rodado que calles como Don Gonzalo o Lemoniez soportan a diario por ser vías de entrada y salida del pueblo hacia Málaga y Sevilla por su parte baja.
La calle Aguilar, otrora eje comercial y neurálgico, ha ido muriendo poco a poco hasta prácticamente quedarse como vía residencial, salpicada con algún que otro negocio hostelero concentrado en la zona de la Veracruz.
La calle Cruz del Estudiante, incipiente centro comercial que se quedó en eso, en incipiente, por ahora creo que aguanta bien el tráfico que tiene, aunque me resultó escasa la intervención que se hizo recientemente en la que no se tuvo la valentía de suprimir por completo los aparcamientos a favor de recrecer el acerado en beneficio del peatón.
Y por fin llegamos a la Matallana. Una gran avenida formada por la unión de Manuel Reina y Susana Benítez (unión urbanística, no piensen mal…), que conforma una de las avenidas comerciales y de ocio más importantes de la provincia, comparable incluso con algunas de la capital. Un envidiable eje en el que confluyen comercio y hostelería, que se convierte en foco de personas durante todo el año y que en ciertos momentos, acapara las miradas no solo de los autóctonos.
La Matallana pide a gritos un cambio
Esta avenida, tiene una semipeatonalización (por tramos horarios) que no da respuesta al fin buscado. Como dicen por ahí, ni chicha ni limoná.
La calzada, que se supone se ha de ocupar cuando la vía está cerrada al tráfico, no se ocupa, porque el viandante no tiene el concepto de que ese espacio le pertenece. La separación de bolardos, el cambio de pavimento y la inseguridad de si se colará o no algún vehículo, hacen que la calle se use salvo contadas excepciones (en Navidad con el alumbrado), de igual forma estando abierta que cerrada.
A esto hay que sumarle que la acera sur es la más usada por los peatones, dejando la norte para la ocupación de las marquesinas de los negocios de hostelería, de las que ya os hablé en otra ocasión.
La Matallana está pidiendo a gritos un cambio.
Una avenida con un potencial espectacular, que se podría convertir en referente, si se tomaran las medidas oportunas. Y esas medidas pasan sin duda por peatonalizar. Peatonalizar íntegra y definitivamente la Calle Susana Benítez y la Avenida Manuel Reina, permitiendo lógicamente, el tráfico transversal de las calles que la atraviesan de forma perpendicular en la cuadrícula que forma el barrio de Santo Domingo.
Pero no solo la peatonalización bastaría. Habría que hacer una intervención a varios niveles para REINVENTAR la Matallana.
Os dejo algunas propuestas que sin duda acometería si estuviera en mi mano hacerlo:
- Peatonalización de la vía, permitiendo el tráfico transversal y la entrada de carga y descarga a primera hora de la mañana.
- Supresión de bolardos e intervención en el pavimento, para homogeneizar la totalidad de la vía y eliminando la barrera sicológica que el peatón tiene incluso cuando la calle está cerrada.
- Plantación de arboleda. El poder ocupar el centro de la calle nos permitiría poder plantar árboles de tamaño medio, que dotaran de sombra la calle y generasen espacios de interés. Cuando hablo de arboleda, claro está, no me refiero a los actuales naranjos, sino a algo más parecido a lo que encontramos en el tramo de San José al “Tropezón”.
- Supresión de las marquesinas de las cafeterías. Habría que eliminar por completo esas marquesinas que son, literalmente, la ocupación privada del espacio público. Edificaciones en toda regla en mitad de la calle. Eso sí, permitiría ocupar el espacio central con veladores y sombrillas.
- Colocación de mobiliario urbano. Mobiliario urbano que combinada con los nuevos árboles, cree diferentes zonas de interacción entre las personas a lo largo de la calle. Facilitarían el intercambio social.
- Entoldado de la calle. La anchura de la calle, permite plantear partes entoldadas que rebajen la temperatura en los meses de primavera y verano para hacer más habitable la calle. Esto junto con los árboles, ayudaría a crear un microclima que sería muy agradecido por el viandante.
Los beneficios de esta intervención serían notables en muchos aspectos en los que el urbanismo, debe actuar para mejorar la vida de las personas que viven las ciudades.
Peatonalizar la calle es dar una respuesta sostenible desde el urbanismo a los problemas que la movilidad y el tráfico rodado provocan en las ciudades. En definitiva, mejoraría la ciudad y la vida de los que viven en ella.
El urbanismo debe dar una respuesta sostenible a los problemas de las ciudades
Podríamos enumerar los parabienes que esta decisión supondría para la ciudad, que serían tantos como estos:
- Reducción de la contaminación: tanto la arboleda como la supresión de los vehículos a motor supondrían una reducción de la contaminación tanto atmosférica como acústica.
- Repercusión económica: la peatonalización atrae a las personas y las personas atraen a los negocios. Crecería el número de negocios y la calidad de los mismos.
- Foco de atracción: la avenida se convertiría en si en un lugar en el que estar, y no solo por el que pasar. Un destino y no únicamente una vía de paso.
- Aumento del valor de la propiedad: Supondría una revalorización de los locales y las viviendas existentes en la Matallana, al mismo tiempo que también afectaría positivamente a las calles adyacentes.
- Fortalece la identidad de la comunidad: “a medida que las personas interactúan más en las calles se fortalece el sentido de comunidad. Un estudio encontró que, en Irlanda, las personas que viven en barrios con movilidad peatonal tienen un 80% más de “capital social” que las que viven en áreas dependientes del automóvil”.
- Socialización de la calle: “Aumento de la sociabilidad por apropiación del peatón del espacio peatonalizado, siendo éste el elemento clave de este espacio, el ciudadano es el que recupera su ciudad. Las zonas peatonales constituyen un elemento que atempera y civiliza un entorno urbano cada vez más saturado y agresivo”.
- Estética: la implantación de áreas peatonales mejora la calidad paisajística y arquitectónica del entorno. La reurbanización que propongo junto con la inclusión de arboleda, cambiaría radicalmente la estética de la calle, mejorándola y convirtiéndola en más atractiva.
Todos estos beneficios se resumen en una MEJORA DE LA CALIDAD DE VIDA.
Además, Puente Genil cuenta con dos aparcamientos subterráneos en cada una de las cabeceras de la avenida, así como zonas de aparcamiento en rotación en las calles adyacentes y una amplia zona de aparcamiento a 2 minutos andando en la zona comercial del Mercadona.
En resumen, una propuesta controvertida pero una apuesta segura que espero que alguien con visión de presente (ni siquiera digo futuro), sea capaz de llevar a cabo en un corto espacio de tiempo.
Exigimos que nuestros políticos tengan visión de futuro más allá de las próximas elecciones
Ahora que contamos con un nuevo Concejal de Urbanismo, sería una magnífica forma de estrenarse en el cargo. (Ahí lo dejo…). Esperamos de nuestros políticos que tengan una visión a medio plazo y mirando más allá de las próximas elecciones, puedan llegar a pensar grandes proyectos para el Puente Genil del mañana.