El pasado jueves tuvo lugar en Puente Genil, el I Foro Económico organizado por el Partido Popular y centrado en exclusiva en la futura base de desarrollo logístico del Ejercito que se va a construir en Córdoba.

Cinco ponentes, cada uno experto en un área relacionada con el tema de debate, hicieron otras tantas microponencias de 15 minutos en las que, desde su campo profesional, hablaron de las bonanzas que supondrá la futura base del ejército para Córdoba capital, la provincia y Andalucía entera.

Una intervención que supondrá una gran inversión en Córdoba, para urbanizar y construir una superficie de suelo público de 80 Ha que el Ayuntamiento ha cedido al Ministerio de Defensa, algo que ha sido clave en la concesión a la ciudad de un proyecto por el que pujaban varias capitales de españolas. 

Un gran proyecto, el presentado por la capital cordobesa, con dos puntos estrella que lo han hecho merecedor del premio que supondrá la gran inversión en la ciudad que se traducirá en miles de puestos de trabajo.

Esas dos estrellas han sido, en primer lugar la localización y las comunicaciones de Córdoba, situada en el centro de Andalucía, a escasos kilómetros del Atlántico, del Mediterráneo y de la capital de España; con conexiones por carretera y ferroviarias de primer nivel. En segundo lugar, y no menos importante, el Ayuntamiento de Córdoba ha liberado una parcela de 80 Ha. (800.000 m2) de suelo público, a la que se suma otra reserva de suelo industrial de participación privada.  Suelo finalista con calificación definitiva, sin necesidad de burocracia y sin necesidad de expropiaciones. Con estos dos ases en la manga Córdoba no tuvo rival en la designación.

Pues bien, según el General de División del Ejército de Tierra retirado, D. José Carlos de la Fuente, están dentro del radio de influencia del centro logístico y se beneficiarán de forma directa todos aquellas ciudades que estén a menos de 150 km de la futura base, en las que se podrán instalar industrias auxiliares y logísticas directamente relacionados con el futuro HUB militar, único en Europa.

Es decir, Puente Genil, situada a escasos 70 km de Córdoba, podría convertirse en una de las grandes ciudades beneficiadas de esta importante concesión.

Puente Genil, está situada en el centro geográfico de Andalucía, y al igual que Córdoba, cuenta con unas comunicaciones enviables, tanto por carretera, a escasos 10 min de las autovías A-45 y A-92; como por ferrocarril, contando con una importante estación (ahora casi en desuso) y una estación AVE, que conecta directamente con Córdoba en 20 minutos y con Madrid en 2,5 horas.

A ello tenemos que sumar un importante tejido empresarial e industrial, que hace que Puente Genil cuente con algunas de las empresas más importantes a nivel internacional dentro de sectores como el de la iluminación artística, la agroalimentaria o la logística.       

Tenemos la situación, tenemos el clima, tenemos la red de comunicaciones pero nos falta algo muy importante: el suelo.

Puente Genil, como la mayoría de ciudades, adolece de una reserva de suelo industrial destinada a grandes parcelas (20.000, 50.000 y hasta 70.000 m2), básicas para la instalación de centros logísticos que además de traer riqueza, traen puestos de trabajo directos e indirectos.

La construcción de la base logística del Ejército, conllevará la instalación de empresas auxiliares que den servicio a la base y que pueden localizarse en un radio de 150 km. ¿Dónde lo harán? Pues allí donde encuentren las condiciones óptimas para ello, y la temida burocracia se reduzca al máximo.

Puente Genil, con un PGOU que data de 1991 (sí, más de 30 años), que ningún equipo de gobierno ha sabido o ha querido actualizar a la situación actual, está en desventaja con otras ciudades que sí tienen actualizado el planeamiento, aunque tampoco disponen de suelo para grandes parcelas industriales.

Se hace absolutamente necesaria la actualización del Plan General de Ordenación Urbana de Puente Genil, en primer lugar porque es el documento que rige el crecimiento de la ciudad, tanto urbanístico como económico y social y en segundo, porque es la herramienta mediante la cual, se puede crear el planeamiento que defina ese gran polígono logístico, relacionado con las autovías y las estaciones ferroviarias, que nos diferencie del resto de ciudades.

Hoy en día, todas las empresas buscan su nicho de mercado y su valor diferencial que las haga únicas. Pues bien, Puente Genil cuenta ya con parte de ese gran valor diferencial, a la espera de la guinda del pastel, en forma de suelo.

Suelo para grandes empresas, suelo para grandes centros logísticos, suelo para ser competitivos y atraer a los grandes monstruos económicos que pueden encontrar en nuestra ciudad la “tierra prometida” que buscan, para seguir creciendo.

Pero en esta carrera de fondo vamos tarde.

Vamos tarde porque la redacción de un PGOU es un proceso farragoso y tedioso, que se pierde en el laberinto de la burocracia y que además, NO DA VOTOS.

El documento que dicta el crecimiento urbanístico, arquitectónico, económico y social de una ciudad, es un gran desconocido, y no solo por los ciudadanos, sino también por nuestros dirigentes.

Es algo caro, que implica mucho trabajo y que además no puede ser rentabilizado electoralmente de forma directa e inmediata; aunque sí podría serlo a medio plazo con el crecimiento económico y urbano.

Dentro de medio año tenemos elecciones locales. Pues bien, hago un llamamiento a todos los partidos (alguno ya lo llevaba en su programa electoral en 2019), para que se propongan de una vez y de forma decidida, a reformar con carácter de urgencia el Plan General de Ordenación Urbana de Puente Genil, con la premisa fundamental, además de las propias que conlleva la actualización del PGOU, de liberar suelo industrial para grandes parcelas.

Los trenes pasan sólo una vez, y éste nos va a pasar uno muy cerca. Seamos capaces de subirnos, porque podemos convertirnos de nuevo en la ciudad industrial, moderna e innovadora que fuimos en la segunda mitad del S XIX y principios del XX.