En el último día del año es recurrente echar la vista atrás y recordar esos momentos que nos han dejado estos 365 días que, en el caso de 2022, está a punto de terminar. De tener en nuestro pensamiento a las personas que más queremos y a las que les deseamos lo mejor para el nuevo año. Igualmente a las que hemos visto poco o nada a lo largo de estos doce meses para volver a disfrutarlas cerca. De un abrazo tras otro con sabor a reencuentro cargado de alegría y felicidad. Esos dos sentimientos que la vida siempre nos empuja a buscar en cualquier lugar del mundo. Y si no, que se lo digan a Toni Núñez Gómez. Un pontanés que vio cómo su sueño de ser peluquero tomaba mayor dimensión conforme pasaba el tiempo y lo aprovechaba mostrando todo su talento a través de YouTube. Eso le valió cambiar el envidiable clima de Málaga por el frío de Noruega. Una aventura que hoy continúa con un ojo puesto siempre en Puente Genil.
PREGUNTA: ¿Qué te llevó a irte a vivir a Noruega?
Toni Núñez: Desde chico quería cortar el pelo, me encantaba ver a mi tía Rosi cortárselo a mi hermano Óscar y oler los productos de peluquería, con 12 se lo corte a mi hermano Óscar y ya no pude parar. Veía las fotos de lo que hacían otros peluqueros en otras partes del mundo y siempre quise ver mundo. Viví en Tenerife, Sevilla y Málaga. Estando de profesor de peluquería, tuve la oportunidad de trabajar en el teatro de Málaga peinando y maquillando los fines de semana y también a modelos en pasarela. Con las fotos de mis trabajos me hice un videocurrículum y lo subí en YouTube. En junio de 2011, mientras descansaba en el lunch del trabajo en la playa (ya que estaba enfrente del trabajo, en El Rincón de la Victoria) me llaman de Noruega, que habían visto mi trabajo y me ofrecieron trabajar con ellos en su salón.
Después de varias llamadas y mails, en septiembre del 2011 cogí un avión a Noruega. El día que cogía el avión, antes de ir al aeropuerto, mire en el mapa dónde estaba el salón y mi sorpresa fue que estaba dentro de la franja en la que empieza la zona del Polo Norte, el norte de Noruega, ya estando allí me llamaron para trabajar un poco más para abajo, en Tromsø, y a los 5 años me bajé al centro de Noruega, concretamente a Trondheim, la ciudad de mi novia Hilde, aquí nacieron mis dos últimos hijos Thor y Loke, mis dos hijos mayores nacieron en Málaga, Antonio y Manuel, pero ellos se sienten pontanenses, ahora vienen allí.
P: ¿Cómo es la vida allí a lo largo del año?
T.N: Muy tranquila. Los comercios no tienen largos horarios como en España, mi jornada laboral suele ser de 6 horas (mucho más productiva), así que hay mucho tiempo para uno mismo, hobbys y familia. Los veranos son fantásticos, todo muy verde y el sol en el cielo todo el día. Los inviernos, en cambio, son fríos, de mucha nieve, auroras boreales y sin sol. En los colegios suelen hacer una fiesta cuando vuelve el sol. En verano pasó tiempo en mi huerto, el invernadero, una playa que tenemos al lado en el fiordo y viajando por Noruega. En invierno se disfruta más en casa con la chimenea y haciendo otras actividades con la familia.
P: ¿Cómo se vive la Navidad en Trondheim?
TN: En casa y en familia, cierran todo, la gente el día de Navidad no sale de su casa. Mucha comida como en España, aunque cambian el jamón de pata negra y el lomo por embutido parecido hecho con ciervo, alce y reno. Después de los días de Navidad, abren un poco los comercios antes de fin de año, aunque casi todo el mundo va con la familia a esquiar o patinar en el hielo. La gente joven va a fiestas de fin de año, aunque aquí por ley todos los locales nocturnos cierran a las tres de la madrugada, por eso suelen hacer muchas reuniones privadas en casas de amigos. Aquí solo hay árboles de Navidad y Papa Noel. Pero en casa tengo un pequeño Belén que conseguí en Estocolmo (Suecia) hace cuatro años y a mis hijos noruegos les traen un regalo los Reyes Magos.
P: ¿Se echa de menos Puente Genil en fechas como esta?
TN: Mucho, sobre todo cuando la familia y el corazón está dividido. Aquí, al ser cristianos pero luteranos, son muy austeros con todo en general. No se ven las luces que hay en Puente Genil, aunque todos los años les enseño a todo el mundo que puedo los videos de las luces de nuestro pueblo, a mis dos pequeños siempre le encanta verlas.
P: ¿Qué es lo que más añoras de tu pueblo?
TN: La familia, los amigos de la infancia, y sobre todo, la Navidad, la Semana Santa, y la carne de membrillo. Cuando estoy allí, lo que más me gusta es ir a comprar los churros para el desayuno. Llevo 11 años entrenando mi receta. A mis hijos les gustan los churros que yo hago, pero como los de Puente Genil ningunos.
P: ¿Cuándo fue la última vez que viniste a Puente Genil?
TN.: Llevo 4 ó 5 años sin ir ya que mis hijos de allí y mis padres venían aquí. Luego llegó la pandemia. El año pasado estuve allí para despedirme de mi madre, la pobre nos dejó el año pasado.
P: ¿Qué es lo que más te gusta hacer cuando vienes al pueblo?
TN: Jajajajaja desayunar churros, disfrutar de la familia, ir a ver a mi hijo jugar a balonmano (yo también jugaba de joven), disfrutar del sol de Puente Genil y de los paseos por sus calles.
P: ¿Cómo se ve Puente Genil desde la distancia?
TN: Sólo tengo buenos recuerdos. Sobre todo en fechas señaladas como Semana Santa, navidades, la Feria… Siempre sueño con pasar parte de mi vejez allí. Una parte, porque el verano es mejor aquí. Lo máximo que puede haber son 30 grados, el resto del año allí en el pueblo.