Con un Teatro Circo repleto de público, en la tarde de este jueves 23 de febrero ha tenido lugar el acto de entrega de reconocimientos y distinciones con motivo del 28-F. La cita ha resultado emocionante, ya que se ha querido poner en valor públicamente el trabajo y esfuerzo de las personas y colectivos galardonados, méritos más que suficientes para ser merecedores de dichos premios.
Con la magistral presentación de Rosa Gil, lentamente han ido recogiendo sus reconocimientos todos los premiados. Así, fue muy aplaudida Paqui Reyes “alma mater” femenina de la empresa Pavigesa, toda una referencia del sector industrial de la ciudad.
También tuvo bonitas palabras para la historia del IES. Manuel Reina su director, José Antonio Cruz, quien repasó los orígenes del centro, defendió su papel de garante de la educación en la localidad para varias generaciones de pontanos y citó a todos y cada uno de los directores que le precedieron en el cargo que él actualmente ocupa. Posteriormente, Beatriz Gutiérrez, junto a sus compañeras de la Corporación Bíblica “Las Hijas de Salfad y la Herencia de las Mujeres”, agradeció el cariño recibido en un año en el que cumplen el 25º aniversario de su fundación.
Posteriormente, Francisco Perea, como director del Colegio Agustín Rodríguez, también ensalzó el trabajo realizado por los docentes en el centro, siguiendo la estela de su fundador, en el año en el que el colegio cumple su 50 aniversario.
También se ovacionó a Rafael Lozano, un hombre cuya vida siempre ha girado en torno al ajedrez y la promoción de este deporte entre los más jóvenes. Carmen López dio las gracias por el cariño recibido durante tantos años como servidora pública en su cargo de secretaria del Ayuntamiento, y el profesor Manuel Jiménez pronunció una de las frases de la tarde, recordando a sus padres al final de su discurso, indicando que siempre le animaron a perseverar en el esfuerzo, no para ser mejor que los demás, sino para ser mejor consigo mismo.
También los asistentes tributaron muchos aplausos a Pablo Franco, amigo personal del maestro Fosforito y hombre que ha trabajado para impulsar una de sus grandes pasiones, el flamenco, manteniendo los lazos entre Puente Genil y Málaga. Tras él, el investigador Juan Roa admitió estar nervioso ante el hecho de ser reconocido en su localidad natal, dedicando el premio a su familia y toda la gente que le ha apoyado durante su formación que le llevó a lugares tan lejanos como Nueva Zelanda, donde estuvo dos años. Antonio Jesús Jiménez, Miguel Ángel Guerrero y Paco Benítez, componentes del Trío Marfil, también agradecieron el cariño de un público fiel que siempre les ha acompañado mientras actuaban en el escenario, mientras que Eugenio Berral se emocionó al recordar a sus padres, quienes hubieran estado muy orgullosos de verle recoger un premio por su buen hacer profesional de tantos años en esa esquinita de la calle Aguilar con Fernán-Pérez.
Por último, uno de los momentos más emotivos llegó con la entrega del premio a Manuel Cejas, quien estuvo arropado en el escenario por numerosos amigos músicos pertenecientes a diferentes formaciones musicales de la localidad. Manuel personifica el amor por la música de muchos pontanenses y su trabajo para que el legado musical de nuestra ciudad continúe estando muy vivo.
RELACIONADO
Entregan las distinciones y reconocimientos a personas y colectivos con motivo del 28-F