El estudio del arquitecto pontanés Francisco Gómez de Tejada, plantea motu proprio una propuesta de regeneración urbana para la Calle La Rambla de Puente Genil. Una avenida deshumanizada, fuera de escala urbana y entregada por completo al vehículo a motor. Un secarral invivible que se ha convertido en el primer acceso a la ciudad.
La propuesta que plantean se basa esencialmente en entregar la mayor parte del espacio al peatón y forestar la ciudad. Para ello proponen nuevos usos; añaden árboles como infraestructura de salud pública; suprimen carriles innecesarios para vehículos y reducen la velocidad de circulación.
Con todo ello se consigue humanizar el espacio público; mejorar la calidad del aire; crear un parque lineal que conforma un nuevo micro-ecosistema; reducir la temperatura; reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera; crear una zona de seguridad para el peatón separándolo del tráfico rodado sin motor (bicicletas y patinetes eléctricos); embellecer la principal entrada de la ciudad y reajustar la escala de una avenida totalmente desproporcionada.
Francisco Gómez de Tejada ha planteado dos opciones, una con un bulevar central en el que incluye el carril bici y una zona de paseo y una segunda propuesta, que finalmente es por la que se decanta el arquitecto, de ensanchado de las aceras laterales.
Dicha propuesta definitiva se convierte en una propuesta ambiciosa, ya que reduce de 3 a 1 los carriles de entrada y salida, devolviendo el espacio al peatón. El proyecto rediseña la avenida reordenando el espacio. Incluye el carril bici en uno de los laterales, separándolo por completo del peatón para que el acerado sea un espacio seguro; y lleva los vehículos al centro de la escena, separándolos por una mediana arbórea.
Beneficios de la propuesta:
- Creación de un Parque lineal.
- Mejora el paisaje urbano y la calidad ambiental.
- Aumenta la biodiversidad.
- Reduce el impacto acústico del tráfico y la contaminación del aire.
- Ofrece descanso al peatón.
- Se reduce la velocidad del tráfico rodado.
- Se reduce la temperatura general de la calle.
- Se entrega el espacio al peatón.
- Se crea un carril bici y para patinetes de circulación segura.
La propuesta, a modo de anteproyecto, está pensada para mejorar nuestra ciudad.
Con ella, el estudio de Gómez de Tejada, intenta plantear una reflexión en cuanto al diseño urbano de Puente Genil, entregado a los vehículos a motor. Esta propuesta se podría extender perfectamente a la Cuesta del Molino, espacio que desde hace años Francisco viene proponiendo como avenida residencial para coser la parte alta y baja de la ciudad mediante una avenida de servicios, viviendas y zonas verdes de esparcimiento. El parque lineal, una solución para plantear nuevas zonas verdes en Puente Genil.
Estas son las dos propuestas del estudio. En la primera se plantea reducir al máximo el número de carriles de circulación sin eliminar los aparcamientos. Para ello se dejan dos carriles centrales de circulación para vehículos, y se ensanchan las aceras de ambos lados, creando nuevos espacios de zonas verdes y un carril bici/patines en uno de los lados.
En la segunda de las propuestas, se crea un bulevar central, separando los carriles de circulación. El carril bici/patines iría en el centro de la vía, dentro del bulevar. Se mantienen los aparcamientos y se reduce la circulación a un único carril por sentido, lo que sumado a la reducción de las dimensiones del carril, hace bajar la velocidad de los vehículos a motor.