La Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas ‘Fakali’ ha señalado que «la venta ambulante es, sin duda alguna, uno de los sectores económicos de nuestro país especialmente castigados por las consecuencias del Covid-19» y ha reclamado en este sentido a los municipios la suspensión de las tasas municipales impuestas al desarrollo de esta actividad comercial durante al menos seis meses. A través de un comunicado, el colectivo explica que la venta ambulante es «un oficio que ya antes sufría el lastre de la crisis económica de 2008 y que ha recibido un golpe muy duro con la llegada de la pandemia que sufrimos en la actualidad».
También demandan que «los mercados sean considerados y tratados en los mismos términos que los centros comerciales mayores de 400 metros cuadrados, tal y como se reconoce en la próxima fase 2, en la que se limitará el aforo, pero no el número de tiendas». «Las familias que tienen en la venta ambulante su única fuente de ingresos, continúan sufriendo en estos momentos una situación límite producida por el estatismo económico provocado por la paralización total de su actividad laboral y económica», indican desde el colectivo, apuntando que muchísimos mercadillos, como es caso del tradicional de los viernes en Puente Genil, continúan suspendidos al no poder ejercer el desempeño de su labor con la totalidad de sus puestos.
Las demandas de la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas apuntan a que los ayuntamientos «promuevan la ampliación y la adaptación adecuadas y reglamentarias de los espacios habilitados hasta ahora para el desarrollo de los mercados ambulantes con el objetivo de que cada puesto pueda estar lo suficientemente separado del siguiente, cumpliendo con las medidas de seguridad de manera estricta, y pudiendo garantizar así la disponibilidad del 100 por cien de la variada oferta de producción y puestos, con el consiguiente funcionamiento pleno de los mercados”. «Sólo así se aseguraría un trato para atender fines sociales con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del IRPF en el ámbito de las competencias de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación que busca motivar a la ciudadanía para que acuda a los mercados ambulantes una vez que la desescalada hacia la normalidad lo permita».
La semana pasada, el Ayuntamiento de Puente Genil anunció el aplazamiento del regreso del mercadillo de los viernes hasta que lleguen nuevas fases de la desescalada, tras el acuerdo alcanzado con los representantes del mercado ambulante, estimándose que una apertura precipitada generaría más inconvenientes que beneficios. Los vendedores mostraron su interés en volver a abrir sus puestos a partir del mes de junio, pero sin concretar fecha exacta.
