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Resumen de 2021 (I): El año de las vacunas

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Tras el apocalíptico 2020, el año 2021 que ahora despedimos ha sido, sobre todo, de esperanza y de confianza en la ciencia para tratar de doblegar la pandemia de coronavirus con la que seguimos conviviendo. Fue precisamente en los primeros días de enero cuando comenzaron a llegar las ansiadas vacunas a las residencias de Puente Genil, en un proceso que tuvo su continuidad en las semanas posteriores con la vacunación de toda la población mayor, a la que siguieron profesionales esenciales en sus respectivas áreas, para más tarde, extenderse al resto de vecinos y vecinas en función de la franja de edad que les correspondía. De esta forma, puede decirse que casi todos los pontanenses han tenido que pasar de una manera u otra por el Centro de Salud “José Gallego Arroba” para completar sus respectivas pautas, en el marco de una campaña de vacunación masiva nunca vista antes y sin precedentes.  Las vacunas han conseguido atenuar drásticamente los efectos dañinos del virus, reduciendo la presión hospitalaria y la cifra de víctimas, pero desgraciadamente, no han frenado los contagios.

Si el año pasado por estas fechas contabilizábamos en Puente Genil cerca de 900 positivos y unos 40 fallecidos, las cifras de finales de 2021 también incluyen datos para echarse a temblar. Y es que desde enero a diciembre sumamos unos 2.500 contagiados más y otros 14 pontanenses fallecidos, lo que significa que más del 11% de la población pontanesa ya ha pasado el virus y que en los últimos 22 meses hemos perdido a más de medio centenar de vecinos debido a la enfermedad, con una tasa de letalidad del 1,6%. Es una verdadera tragedia, pero no cabe duda que la llegada de las vacunas, de las que tanto y tanto se ha hablado este año, ha posibilitado que podamos ir recuperando gran parte de la vida normal que solíamos hacer antes de que el dichoso Covid-19 cambiara nuestras vidas.

Tras un invierno durísimo de restricciones en todos los ámbitos, la primavera invitaba a darnos una tregua. Bajaron los contagios, pero fue un espejismo, ya que a partir de finales de abril, Puente Genil comenzó a situarse a la cabeza de los municipios con un mayor número de positivos entre sus habitantes. De hecho, el decaimiento del estado de alarma llegó en uno de los peores momentos, con cifras de incidencia acumulada al alza que amenazaban con un posible confinamiento perimetral y con las autoridades sanitarias decretando varios contagios masivos en la localidad para tratar de averiguar qué estaba pasando.  Ya en el otoño, las aguas volvieron un poco a su cauce. El aumento de la cobertura de las vacunas a franjas de edad inferiores ayudó a estabilizar la situación, y los positivos bajaron, aunque de unas semanas a esta parte, con la tendencia generalizada al alza en todo el país, volvemos a marcar máximos de contagios, por lo que tenemos que seguir estando alerta de cara a un futuro todavía de muchas luces y sombras. 

     

La pandemia de coronavirus también ha puesto en el foco de la actualidad informativa a los profesionales sanitarios, muchos de ellos completamente agotados tras el esfuerzo de tener que hacer a una situación excepcional, pero también ha abierto el debate sobre las carencias sanitarias que tiene Puente Genil. Las quejas por la falta de pediatras en la localidad se multiplicaron durante la primera parte del año, y aunque la Consejería de Salud y Familias anunció medidas para cubrir las vacantes, la situación sigue siendo problemática, especialmente cuando hay bajas o vacaciones. También la saturación que soportan los médicos de atención primaria, los retrasos para obtener una cita médica, la falta de especialistas en el Hospital de Alta Resolución -desde hace meses sin dermatólogo- o la necesidad de trasladarse a municipios como Lucena para ser atendidos en la consulta de Salud Mental, han generado mucho debate, concentraciones y movilizaciones, en un panorama incierto a la espera de conocer cómo se van a reestructurar los servicios sanitarios en Puente Genil, tras la disolución de la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir, prevista para el 31 de diciembre, y la integración del CHARE en la estructura del Servicio Andaluz de Salud (SAS) que será quien, a partir de ahora, gestionará directamente el hospital pontanés.

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