Posiblemente el reconocimiento público de quienes te rodean es lo más valioso que puede poseer alguien… Y eso precisamente es lo que desde hace años recibe Miguel Ríos y que ahora se plasma rotulando su nombre en la plaza donde jugaba de crío, frente al colegio Pemán.
Miguel es un tipo hecho a sí mismo, con todo lo que eso conlleva, que en su día tuvo que hacer todos los sacrificios del mundo para conseguir entrenar al más alto nivel, mientras trabajaba en la fábrica, y que ha ido aprendiendo año tras año a gestionar y mejorar lo que a día de hoy es uno de los proyectos de referencia en el deporte base: La Escuela Provincial de Atletismo Miguel Ríos con más de 500 alumnos de todas las edades y el Circuito Provincial de Cross.
Aparte de aquellos hitos, que casi suenan a leyenda, especialmente con la perspectiva de aquellos años, con un tipo de Puente Genil ganando la Maratón de Sevilla, en la de Nueva York y todas sus victorias y puestos de honor, Miguel cuenta sus más de 300mil kilómetros en sus piernas, que dan para mucho y que ahora vuelca en las carreras de los más pequeños, que es a fin de cuentas, el legado que deja a los pontaneses.
Enhorabuena por todo lo conseguido (y lo que aún te queda) y gracias por dejarte, Miguel!