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Un empresario pontanés declara como acusado en el juicio por el fraude del alcohol en la Audiencia Provincial de Córdoba

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La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba está siendo estos días el escenario del juicio contra cinco empresarios a los que se acusa de un fraude millonario del IVA en la importación de bebidas alcohólicas de países como Portugal o Gran Bretaña entre los ejercicios 2011 y 2013 para su distribución en Andalucía. En sus respectivas declaraciones, los acusados, que se enfrentan a penas de hasta 6 años de prisión y multas de 11 millones de euros, se han declarado inocentes.

Según informa ABC, la Fiscalía, en su escrito de acusación provisional, recogía que el caso se originó a raíz de una investigación de depósitos fiscales que procedía de Barcelona a través de la entrada de mercancía que va a destinatarios finales pero el IVA no se ingresa en la Hacienda Pública pero sí se lo deducen los clientes finales.

Uno de los acusados es D.M., con empresa con sede social en Puente Genil -con más de 45 años dedicado a la importación y venta de bebidas alcohólicas en España- que respondió únicamente a preguntas de su abogado defensor-. Según este diario “D.M. según la declaración en fase de Instrucción a la que se dio lectura en la sala negó que conociese el número de teléfono intervenido desde el que se habían realizado las gestiones relacionadas con este caso y dijo tenía unos 25 o 30 móviles y algunos pinchados». 

     

En esa misma declaración, el acusado explicó que tenía una empresa y trabajaba al por menor, con 5 personas tratando con más de 3.000 referencias de bebidas, y haciendo transacciones del producto. «Buscaban en almacenes de toda España al mejor precio y a ese es al que compran», explicó en su declaración anterior. Este acusado culpó en esa primera instancia a un segundo acusado E.A. y explicó a preguntas de su abogado que se aprovechaban de ofertas y promociones en la compra de bebidas, y que podrían suponer hasta un euro por botella. Y que, principalmente, se importaba la bebida de Portugal e Inglaterra”.

El empresario con sede fiscal en Puente Genil también dijo desconocer las operativas del acusado E.A., dueño de una distribuidora de bebidas sevillana pero le consta que tenía en unas naves de la avenida de la Palmera de la capital hispalense 4.000 o 5.000 botellas almacenadas y un Ferrari. Sobre su facturación, D.M. dijo desconocer “cómo se elaboraban las facturas, sólo sabía el precio final», afirmó al juez instructor. El acusado ha reconocido que su facturación anual de su compañía era de en torno a 60 o 64 millones de euros al año.

También según la información de ABC “en cuanto a si pudo haber irregularidades fiscales, D.M. dijo a preguntas de su abogado que cuando «Alcalá Gurmé, propiedad del acusado E.A. me hacia facturas una vez que entregaba la mercancía se le pagaba con transferencia más IVA». Y a veces, añadió, «le he adelantado el dinero de los camiones con 100.000 o 150.000 euros para sacarlos de Aduanas porque tenía que entregar la mercancía». “A la explicación de la existencia de un pagaré encontrado en la sede de su empresa en Puente Genil por parte de Alcalá Gurmé, el acusado aseguró que ese cheque era de la compra de un Audi S6 que le compró a E.A. pero se marchó sin el cheque y estaba guardado allí para que se lo llevara, pero llegó la inspección y lo encontró», afirma el diario

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