El sindicato docente USTEA ha denunciado que “un curso más, la escolarización en Andalucía comienza con la amenaza de supresión de más de 300 clases públicas en toda la comunidad autónoma, una cifra que en el caso de la provincia de Córdoba afectaría a 40 aulas en riesgo, entre ellas las de colegios como el CEIP. Miragenil y el CEIP. Dulce Nombre en el caso de Puente Genil. “A esta amenaza hay que sumar las 148 aulas ya suprimidas en nuestra provincia en los últimos tres cursos (desde el 19/20 hasta el 21/22). Desde la llegada al poder de Moreno Bonilla, el recorte de aulas públicas se acercaría a las 2.000, frente al avance de la enseñanza privada concertada”, señala el sindicato.
Este curso, en Córdoba, se prevé un recorte de más de 80 unidades, según fuentes de la propia Delegación Territorial de Educación, afirman desde el sindicato, que indica que “según la Delegación esta reducción se trata de un trasvase de alumnado de la educación obligatoria a la FP, pero nos consta que tampoco hay una apuesta por estas enseñanzas, que no se amplía el número de plazas y que los ciclos más demandados se llenan con los mejores expedientes y gran parte del alumnado se ve abocado a continuar sus estudios en academias y centros pertenecientes a empresas privadas que han conseguido un concierto en sus estudios. Este sí que es un verdadero trasvase”.
Para USTEA, “el recorte dela oferta de plazas públicas, a priori antes incluso de que comience el proceso de escolarización, provoca un efecto disuasorio en las familias que, ante el temor de no obtener plaza en el centro deseado, optan por solicitar la matriculación en otros no afectados por las supresiones. El sindicato añade que en los últimos años la mayor parte de las supresiones han sido de clases de Infantil de 3 años, lo que paulatinamente se traduce en la eliminación de grupos de cursos superiores, a medida que el alumnado va superando etapas. Es habitual que en los cursos sucesivos la oferta se repita con una unidad menos en infantil 3 años y estos centros acaban con una línea menos para siempre. Igualmente, las supresiones de años anteriores se reflejan ahora en la eliminación de clases de Infantil de 4 y 5 años y de los primeros cursos de Educación Primaria; incluso han empezado a ser significativas las supresiones en la ESO.
USTEA también ha detectado que las supresiones masivas están provocando la proliferación de “aulas mixtas”, en las que convive alumnado de distintas edades, tanto en Infantil, como en Primaria, lo que convierte a estos colegios en poco apetecibles para las familias y conlleva la amenaza real de desaparición de centros completos a medio plazo, como ya ha ocurrido en cursos anteriores. “Este fenómeno empuja a las familias a otros centros de su zona de escolarización en las ciudades o incluso fuera de ella, pero la amenaza es aún mayor en el mundo rural, pues supone un deterioro de la calidad de la enseñanza que afecta, precisamente, a las zonas más castigadas de la Andalucía vaciada”.
“Por experiencia en los últimos años, sabemos que las clases cerradas no son devueltas a nuestros centros. La Delegación de Educación puede hacer cábalas y ajustar los números, pero no se trata únicamente de números: son profesores y profesoras trabajando con ratios máximas, alumnado que se merece una atención educativa con la mayor calidad posible, son alumnos y alumnas con necesidades específicas de apoyo educativo que necesitan una atención individualizada y son familias que tienen el derecho a que sus hijos e hijas acudan a una enseñanza pública cuidada y respaldada por la administración”. “USTEA reclama la recuperación de las unidades escolares suprimidas y una bajada de ratio, impulsando asambleas y movilizaciones contra las supresiones, desde la Campaña Bajada de Ratios, junto a colectivos y organizaciones de la comunidad educativa.