Parece que la mediocridad sólo sabe cobrar a fin de mes. Recuperamos esta frase de un artículo pasado, habida cuenta de la nefasta gestión de nuestra, tan cacareada, concejalía de flamenco respecto al “Membrillo de Oro”, salpicando también a nuestro prestigioso Festival de Cante Grande “Fosforito”. Pasen y lean. (si es posible hasta el final)
El cantaor Antonio Haya “El Jaro”, fue el flamante ganador del “Membrillo de Oro” 2019. Además de los 3.000 € de premio, el cantaor debía actuar -sorprendentemente- en el Festival flamenco de 2020, sin que tenga mucho sentido actuar al año siguiente.
Debido al COVID-19, el festival flamenco de 2020 se celebró con el CRITERIO AUTOIMPUESTO de que sólo debían actuar artistas locales, cosa que nos pareció adecuada dadas las circunstancias, pero eso no significa que “El Jaro” quedase apartado del festival, ya que se ganó el puesto a pulso en el concurso y había que cumplir con el compromiso. Lo peor es que ni siquiera se lo comunicaron al cantaor, se tuvo que enterar por la prensa. ¿Qué razón les mueve para vilipendiar así a un cantaor que legítimamente debe estar en el festival porque así se lo garantizaban las bases bajo las que concursó?
«La pandemia ha resultado ser la excusa perfecta para los incompetentes»
Esta administración no es consciente del daño que le hace al concurso y al flamenco de Puente Genil. Un concurso en el que la propia organización atenta contra sus propias bases, pierde toda credibilidad, honorabilidad y destroza su imagen. Puente Genil no merece la deshonra de ser la “comidilla” de los mentideros del flamenco cordobés, como ya está ocurriendo.
Este ayuntamiento no nos agradece que ejerzamos el papel de “asesor a la inversa”, esto es, ellos cometen un despropósito, nosotros presentamos la crítica en este medio y a continuación tratan de enmendarlo. Exactamente eso es lo que ocurrió, pues “denunciamos” la injusta situación de «El Jaro» en un artículo del 8 de julio de 2020 (aquí), sólo entonces, cuando vieron sus vergüenzas al descubierto, se dignaron a llamarlo, eso sí, tratándolo como si fuese un necio. Vean un extracto de la carta que recibió el cantaor a los pocos días, y fíjense en la parte señalada.
Señora concejala, de igual manera que ustedes deciden que sólo actúen artistas locales, tienen la potestad de añadir las excepciones que les parezcan oportunas, y ahí es donde “El Jaro” tenía su sitio. Si no cantó en el festival es sólo porque a usted no le dio la gana. ¿A nadie de esta corporación se le cae la cara de vergüenza al ningunear al artista, y después darle una explicación tan absurda? La pandemia ha resultado ser la excusa perfecta para los incompetentes.
«no vemos viable que se afronte el pago del caché»
Con semejantes principios, esto no puede acabar bien, y a pesar de haberle prometido su intervención en el festival de 2021, es algo que parece no vaya a producirse.
Partamos de la base de que cuando un concurso tiene premio en metálico y participación en el festival, se suele pagar la mitad del premio la noche de la final del concurso, y el resto cuando se termina la actuación del festival. Pues esto tampoco se hizo bien, ya que abonaron los 3.000 € a la finalización del concurso. Como el cantaor tenía que cantar al año siguiente, debieron pensar que retenerle la mitad de la cuantía durante un año podría acarrearles críticas.
Ha llegado el momento de organizar el festival de 2021, y de saldar la “deuda” con “El Jaro”. Ahora, dos años después, el cantaor argumenta, con razón, que tiene que sacar de su bolsillo el sueldo de guitarristas y palmeros que lo acompañen al festival, y por consiguiente le ha pedido al ayuntamiento un caché para afrontar su actuación. No vemos viable que se afronte el pago del caché, pues el premio en metálico es el que era, y vemos lógica la negativa del ayuntamiento.
«la falta de voluntad política es vergonzosa»
Aparentemente este asunto tiene difícil solución, pero hay un aspecto que desprende un hedor insoportable, y después del agravio del año anterior al cantaor, la falta de voluntad política es vergonzosa. El cantaor ha solicitado hablar personalmente con la concejala, pero todo han sido excusas para no dar la cara. Se han limitado a mandarle un escrito, a modo de ultimátum, en el que le daban diez días para confirmar su asistencia, o quedaría descartado.
El problema del gasto que suponen los músicos para el cantaor no es algo nuevo. En otras ediciones (podríamos dar nombres) el ayuntamiento ha accedido a hacerse cargo de ese coste, que es menor que pagar el caché solicitado por “El Jaro”, pero existiendo ese precedente, tampoco le han brindado esa alternativa al artista.
A día de hoy, podemos afirmar que “El Jaro” no estará en el Festival de Cante grande “Fosforito” 2021, pero nuestra concejalía tiene la citada carta para justificar que es el cantaor quien no quiere asistir. Decimos justificar, claro, porque eso es sólo lo que le importa a la concejalía, justificar para evitar la crítica, pero la realidad es que no han hecho ningún esfuerzo por entenderse con el cantaor, lo que sí han hecho es lucir una actitud prepotente, más propia de un monarca absolutista que de un gestor cultural que se precie.
«…en el caso de que la cesaran, posiblemente presenciaríamos otro «MARIOLAZO»…»
A pesar de seguir ensuciando el nombre de Puente Genil en el flamenco, y con todo lo aquí expuesto, la concejala no debe temer por su puesto de trabajo, ya que en el caso de que la cesaran, posiblemente presenciaríamos otro “MARIOLAZO”, y podría ser recolocada meses después en otro puesto. Siendo mal pensados, parece que el PSOE fuera una magnífica agencia de colocación para los suyos, donde por muy mal que lo hagan, siguen chupando del bote.