Como decíamos “ayer” (que dijo el de León)… Y sobre la policía local, ¿qué?
Antes de nada, dejo el enlace al “artículo petit suisse” de este (por lo de “a mí me daban dos”), que esto no es un pack indivisible, pero completa “la merienda”. https://solopuentegenil.com/contra-la-inseguridad-ciudadana-i-sensaciones/
Sobre la policía local, de competencia municipal y por tanto con más capacidad de actuación desde el Ayuntamiento que el resto de FFCCSE, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (insisto: al acrónimo le faltan vocales), sí que podemos pararnos a reflexionar un buen rato sobre situación en el pasado, actual y áreas de mejora.
Venimos de una sucesión de escándalos dentro del cuerpo de policía local… una minoría evidentemente y que hizo mucho ruido, pero que son un gran indicativo de que igual no marchaban bien del todo las cosas: un detenido por tráfico de drogas allá por 2014 (que no hace tanto tiempo y nos parece el pleistoceno) (https://www.europapress.es/andalucia/noticia-condenan-cuatro-anos-medio-prision-policia-local-puente-genil-trafico-drogas-20140529184420.html). Tras esto, aparte de rumorología y demás, nos encontramos con el caso del anterior jefe de policía, con los hechos probados del juicio (independientemente de que fuera declarado culpable o no), el momento Susana Griso con la pantalla llena de agujeros de bala, entrevistas… Sumado al circo en redes sociales que se ha venido montando a posteriori con ese caso y el del policía local suspendido… No es que hayan hecho mella en la imagen que todos tenemos de la policía local, es que por momentos casi llegó a convertirse en un meme.
“Venimos de unos años repletos de escándalos que han dañado notablemente la imagen de la policía local en Puente Genil ”
¿Y ahora? Pues tocó renovación… y en eso estamos. Los policías que patrullaban las calles han dado paso a nuevas incorporaciones y el perfil del actual jefe de policía, responsable de lidiar con los problemas de ahora y al que toca pedir soluciones, es diametralmente opuesto a la línea de trabajo anterior.
Prólogo hecho (si, lo sé… artículo y medio de prólogo… ya me vale), “¿qué hay de lo nuestro?”… Pasado lo de antes, ¿cómo solventamos lo de ahora? Bueno, si lo supiera, llevaría placa o sería el mayor cuñado de barra de bar de Puente Genil, pero si le damos una vueltecita a todo lo que hemos comentado en el artículo, igual sale algo.
Decíamos en el artículo anterior que sensación de inseguridad, no es inseguridad real. Parece ser que vamos en la línea correcta y que no se nos puede considerar en absoluto una población insegura en cuanto a delincuencia de perfil bajo, con los datos en la mano al menos… Eso sí, si me robaron la semana pasada, ya te digo yo la sensación de seguridad que voy a tener
Y sobre delincuencia de perfil alto: robos organizados por bandas profesionales… se podría decir que poco se puede hacer más allá de las medidas disuasorias de reforzar patrullas en zonas determinadas, pero claro, la “ley de la manta” dice que si nos tapamos los pies, la cabeza se enfría y viceversa.
“La delincuencia de perfil bajo, la que vemos a diario, es bastante baja… Ahora la de perfil alto, es la que más nos intranquiliza”
“Núcleos de población en riesgo de exclus…” (y el resto de ese eufemismo tan largo). Parece que el tráfico de droga en la zona (aunque existente, por supuesto), continúa bajando y no es precisamente la mayor amenaza a la que nos enfrentamos… según los datos, los 90, por suerte, ya pasaron…
Medios materiales y humanos de la policía local. Pues parece que aquí es donde más capacidad de actuación podemos tener. Llevándomelo al mundo empresarial (la cabra tira al monte), si en una empresa, por ejemplo de telemarketing, vamos justitos de personal de atención al cliente, porque una buena parte de nuestro equipo ya está dedicada a tareas administrativas (vitales, pero invisibles para el cliente), en cuanto nos llega un aluvión de llamadas por un problema puntual o por una época concreta, la cosa se nos desborda y la calidad en el servicio se va a “hacer puñetas”
Si nos paramos a pensar en el número de efectivos reales que tenemos para patrullar las calles, no son tantos, y en muchas más ocasiones de las que nos gustaría a todos, no hay más de un coche “haciendo la ronda”… Que para lo que se tarda en recorrer casco urbano, polígonos y aldeas… parece que no da mucho de sí.
“Los medios locales dan para lo que dan, si hacemos más hincapié en un sitio, lo tenemos que sacar de otro”
Igual el problema de sensación o de percepción de inseguridad no solo es responsabilidad del ciudadano y tiene más cargas a repartir: si por un lado, nos acostumbramos y esa percepción se transforma en resignación, dejamos de pedir y valorar la necesidad… Así que: mal por nuestra parte. Pero por otro lado, si el “gerente de la empresa más grande de Puente Genil”, que es quien los ciudadanos han elegido para gestionar el municipio junto con su equipo de gobierno, no consigue «vender» adecuadamente los logros de la policía municipal como propios (a fin de cuentas, en parte, lo son), es difícil traducir la inversión en seguridad ciudadana, en rentabilidad electoral, que a fin de cuentas, nos guste o no, es algo de vital importancia para cualquier ayuntamiento (por aquello de los exámenes de “evaluación continua” cada cuatro años), que sí, estoy de acuerdo en que todo gobernante también tiene e mente su responsabilidad y buenas intenciones, pero eso, como se decía antaño, es como el valor en la mili, que se presupone.
Partiendo de que potencialmente, cualquier euro gastado en el Ayuntamiento está pensado para algo y que el capítulo más importante en el apartado económico de casi todas las empresas (y esta, sin serlo, no deja de comportarse así), es el capítulo 1: COSTES DE PERSONAL. No dudo que el coste de un técnico municipal, funcionario o trabajador de “la cosa pública”, es valioso, importante y necesario por ser una pieza clave en el engranaje de servicios públicos, pero cuando no se puede tener todo… puestos a elegir, hay áreas y áreas…
“Es de vital importancia contar adecuadamente los recursos que se dedican a la seguridad local, si no, los ciudadanos igual no lo valoramos tanto”
En resumen, que no es cuestión de irnos a un tercer artículo encadenado… Como decían nuestras abuelas, con las cosas del comer no se juega, así que si faltan medios (humanos o materiales) con la sanidad, educación o en este caso (que si tenemos competencias), con la seguridad, por favor que se pongan de una puñetera vez, es un gasto que nos tenemos que poder permitir y si se explica adecuadamente, nadie se opondrá.
Nunca he sido yo precisamente un defensor de la contratación pública, pero quizás la seguridad ciudadana, junto con la salud, es una de esas cosas en las que el racaneo público o la priorización ante temas más “fotografiables”, debería estar penada por ley… aunque fuese por ley electoral