Qué buena noticia es que Gobierno y oposición se reúnan en torno a un gran proyecto de su ciudad. Y qué mala noticia que quien tiene el poder de llevarlo a cabo se dedique a reivindicar la originalidad de la idea en lugar de a hacer que se haga realidad.

He de confesar que la reacción de los primeros del Gobierno local, Alcalde y portavoz, a la presentación que hizo el grupo municipal de Izquierda Unida de la propuesta del Bosque Fluvial del Tarajal (Isla del Obispo) en los medios de comunicación me saca media sonrisa. Sólo media, porque a quien gobierna, además de ternura, se le debe exigir altura.

Luces largas que no vemos en quienes no están sabiendo reconocer el contexto por el que rápidamente nos estamos deslizando, y que como consecuencia, cuando pase -que será demasiado pronto-, dejarán un Puente Genil bastante desfasado respecto a los pueblos y ciudades que hayan sabido aprovechar la oportunidad para situarse en la vanguardia de nuestro país. 

Los retos a los que como sociedad tenemos que enfrentarnos ya de forma urgente son enormes, y la coyuntura pospandemia nos ha traído, como agua de mayo, una ingente cantidad de recursos en forma de políticas de Estado (o de continente) y fondos europeos para iniciar transformaciones inaplazables.

La raquítica agilidad y dirección política de nuestro Gobierno local, ya crónica, se agrava en esta coyuntura.

Nuestro Alcalde y su equipo de gobierno deberían conocer el alcance del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y la urgencia de su ejecución.

Para el caso que nos ocupa es relevante que el Gobierno de España en pocos meses -desde abril pasado-, elaboró las bases reguladoras para la concesión de subvenciones para actuaciones dirigidas a la renaturalización y resiliencia de ciudades españolas, en el marco del citado Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Y… ¡Tachán! A la par salió la primera convocatoria dirigida a capitales de provincia y a municipios mayores de 50.000 habitantes, cuyo objeto literal es “el fomento de actividades que contribuyan a la renaturalización urbana, incrementando la infraestructura verde y la conectividad de los espacios verdes y azules, con el objetivo de incrementar la biodiversidad y su conservación y la adaptación al cambio global y de mejorar la habitabilidad”. (Orden TED/1018/2021, de 20 de septiembre de 2021, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico).

Si en esta convocatoria apenas se ha liberado un 10% del presupuesto previsto para inversión en Infraestructura Verde,… ¿cuánto tiempo tardará en salir una nueva para los municipios de entre 20.000 y 50.000 habitantes como el nuestro? Toca trabajar. O empezamos a dar pasos para que Puente Genil tenga un gran espacio verde urbano, o este tren tampoco parará en Puente Genil.       

En Izquierda Unida estamos seguros de que es oportuno desempolvar el proyecto en torno a la Isla del Obispo que, con mayor o menor coincidencia, el PSOE local también consideró en algún momento, tal como el propio Sr. Morales ha reconocido en sus redes sociales. Es, además, tal como hemos sentido, un proyecto querido y deseado por una amplia mayoría dispuesta a ser interpelada.

En este momento, más allá de debates estériles sobre a quién se le ocurrió primero la idea, ha llegado la hora de la verdad. Ha llegado la hora de retratarnos como gente de palabra que trabaja para hacer realidad lo que promete, o como prestidigitadores de la política.

Deseamos acierto al Gobierno municipal para situarse entre los primeros, dar la palabra a la ciudadanía, y crear un gran proyecto colectivo que ponga a Puente Genil en el mapa nacional.