La tarde del viernes vio cómo las calles de Puente Genil se llenaban de ruido de motos y lágrimas bajo los cascos, en una emotiva caravana formada por los amigos y compañeros de Fran Baena, que trágicamente perdiera la vida en un desgraciado accidente de quad la pasada semana.
Ha sido uno de esos actos casi espontáneos y que surgen de la necesidad de despedirse de quien se ha ido de repente y cuando no le tocaba; organizado por los propios jóvenes con los que empezaba a compartir su vida y con todos los que lo querían, haciendo una de las cosas que más disfrutaba, montar en su moto. Quiso la casualidad que ese trágico día, su moto estuviera en el taller casi lista para él, que ya nunca llegó a recoger, pero que hizo ese recorrido de homenaje llevada por el propio padre de Fran, que sacando fuerzas de donde nadie puede explicarse, quiso así corresponder a este acto de cariño de sus amigos.
Decenas de jóvenes ataviados con camisetas de recuerdo a Fran, quedaron con sus motos (alrededor de 40) en la explanada de la calle nueva (cerca de la laguna de las canteras) y desde ahí recorrieron Puente Genil como señal de duelo, hasta el cementerio para concentrarse frente a su lápida, donde lo recordaron rezando y donde también, el padre de Javi, el chico que se accidentó con él y lo atendió en los primeros momentos, leyó una breve y sentido poema.
Tras esto, retomaron la ruta camino de la Ribera Baja y Sotogordo; casi 2 horas de homenaje en el que sus amigos quisieron plasmar, de la mejor manera que fueron capaces, lo que sentían tras su pérdida y que al menos, dejarán a sus familiares una muestra de lo querido que resultaba Fran para quienes más lo conocían.
Nos ha hecho llegar Juan, su padrino, unas líneas de recuerdo hacia Fran:
