Prestar los servicios con la máxima seguridad posible y sin poner en riesgo ni al personal ni a los usuarios que lleguen al centro, es el objetivo de la delegación municipal de Servicios Sociales, que está preparando ya su ‘hoja de ruta’ a la hora de preparar cómo será la atención que se prestará al público una vez que la crisis del coronavirus vaya permitiendo nuevos escenarios de desescalada.

Sobre este asunto, la concejala, Pepa Ramos, informó que aunque gran parte del personal trabaja de forma telemática, también se necesita de personas que trabajen físicamente en el edificio de Servicios Sociales Comunitarios, por lo que se han instalado unas mamparas de protección en las zonas comunes de trabajo, y se ha dotado a este personal de equipos de protección individual. “No obstante, en lo que también estamos centrados es en ver cómo estructuramos el centro, porque somos conscientes de que dentro de poco tendremos que abrirlo de nuevo al público, y hay que estudiar cómo vamos a sentar a los trabajadores, cómo van a llegar los usuarios o dónde se van a colocar, un tema que consideramos que no es menor, ya que sabemos que a partir de ahora nos va a llegar mucha más gente allí, es más, ya nos está llegando pese a tener las puertas cerradas, y eso, unido al poco espacio con el que disponemos, requiere que lo veamos de la manera más adecuada”, argumentó.

Por último, la concejala de Servicios Sociales valoró la buena acogida del servicio de atención psicológica habilitado por el Ayuntamiento en este periodo de crisis, y destacó el alto grado de colaboración con los colectivos sociales en un momento tan delicado. “Desde que comenzó todo esto Cruz Roja se puso de inmediato a disposición de Servicios Sociales, y lo mismo que ellos ha ocurrido con otros colectivos como AVAS, Cáritas, Disgenil, etc, etc…”, afirmó Ramos, quien dijo que esto no es nuevo y demuestra la buena sintonía que hemos tenido desde siempre para atender a quienes peor lo están pasando”.