Tanto la Guardia Civil como la Policía Local han tenido un año bastante movido en nuestro municipio. Primero, por la necesidad de mantener el refuerzo de sus servicios debido a la declaración de estado de alarma vigente hasta el mes de mayo, pero también por diferentes sucesos que han tenido lugar en la población y que les han obligado a intervenir.

Entre los más reseñables cabe destacar el aparatoso incendio, en el mes de julio, de la planta de neumáticos de Optimus Valorizaciones SL, ubicada junto a la carretera A-379, que no dejó heridos, un suceso que obligó a los bomberos a emplearse al límite de sus fuerzas teniendo en cuenta las elevadísimas temperaturas de más de 40º que se registraban aquella sobremesa. También durante los meses de verano se sucedieron los incendios en varios puntos de la localidad, aunque el más grave fue el que asoló un paraje cercano a la EDAR en el entorno de la Ribera Baja, que calcinó varias hectáreas y que a punto estuvo de saltar al Parque del Garrotalillo. También a primeros de agosto se procedió a la firma de la permuta entre acuartelamientos de la Guardia Civil en la localidad, último trámite que cierra un proceso de más de 17 años y que permite elevar definitivamente a convenio el protocolo firmado en 2004 para la construcción y posterior traslado de los agentes de la Guardia Civil al nuevo cuartel, aunque dicho traslado todavía no se ha materializado.

En cuanto a intervenciones policiales una de las que más dio que hablar fue la realizada por la Policía Nacional en octubre, una macrooperación que tuvo como objetivo la desarticulación de una red criminal organizada dedicada al tráfico de droga y que se saldó con 13 detenidos en Puente Genil y comarca. Ya más recientemente, a primeros de noviembre, tres personas resultaron heridas de diversa consideración, una de ellas de gravedad, tras caer al canal de riego Genil-Cabra el vehículo que conducían cuando circulaban en el tramo que une el casco urbano de Puente Genil con la aldea de Cordobilla. Asimismo, a mediados de ese mes, un hombre de nacionalidad argelina perdió la vida en el incendio de una nave abandonada junto a la Cuesta del Molino.