Texto original de Antonio Jesús Gálvez Palma en El Pontón núm. 238, enero 2008
Cuentan que en las vertientes de Majada Vieja (pequeño asentamiento perteneciente a Cordobilla) estaba situada la ermita de la Cobatilla, construida en una peña, precisamente en el talud de la sierra, frente de un fresco manantial. Su fundación se remonta a los tiempos de la conquista de Granada por los Reyes Católicos (año de 1492), cuando tres caballeros desterrados tras las luchas de la reconquista, hallaron la imagen de una Virgen. Fue tal la devoción que despertó en ellos, que decidieron retirarse en busca de paz y tranquilidad en aquel lugar, al paso de lo que hoy se conoce por el nombre Huerto Guitarra (terreno de difícil acceso), para llevar vida de penitencia.
La ermita fue reedificada en el siglo XVII, tras ser destruida por el fuego; el obispo de Córdoba la incluyó entre las ermitas del término. En ella se encontraba la imagen de Nuestra Señora llamada del Pilar de Cordobilla o de la Cobatilla. 
Al transcurrir del tiempo se convirtió en un lugar de rezo y peregrinación para las gentes del lugar y Nuestra Señora de las Cobatillas fue venerada a lo largo de los siglos en una pequeña cueva por todos los vecinos que vivían en las chozas y pequeñas casitas de los alrededores.
Se sabe que en 1612 aún existían en aquel lugar personas dedicadas a la vida eremítica, según consta en los cabildos celebrados por el consejo de Puente de Don Gonzalo. Pero poco más se sabe de estos señores. Sí que se conoce que posteriormente se marcharon y llegó un pequeño grupo de frailes, extinguido en el transcurso del siglo XIX. Fue entonces cuando se encargó del cuidado de la ermita y de su imagen una señora de la aldea apodada “la Santica”. Con el paso de los años y la llegada del progreso, la ermita quedó sola y, por un descuido, un día se prendió fuego en ella, durmiendo hoy el largo sueño de las ruinas.
Pasó así un tiempo hasta que unos niños de la nueva aldea de colonización, fundada en 1963, vieron la Virgen y la enterraron para reservarla del pillaje. Con la llegada de un nuevo párroco a la iglesia del Carmen de Puente Genil (a cuya parroquia se adscribe la aldea), a principios de los años 70, tuvo conocimiento de la historia y buscó a los niños (ya convertidos en jóvenes) para que le indicasen dónde estaba enterrada la imagen mariana. Y así fue. Llegaron hasta los pinos donde la depositaron… y la desenterraron. Fue enviada a Huelva para su restauración, y hoy día es venerada con gran fervor en la iglesia de Cordobilla que lleva por nombre San Isidro Labrador.
En cuanto a la talla en sí, he podido observar que no pertenece al siglo XV como algunos creen. Parece ser que la Virgen original fue sustituida por la actual en el siglo XVII; y es por algo muy sencillo, las tallas del siglo XV son todas de cuerpo entero, sin candelero y mucho menos sin brazos articulados como tiene la imagen de Nuestra Señora.
