Original de Antonio Illanes Velasco, Cronista Oficial de la villa, en El Pontón núm. 248, diciembre 2008
Al mismo lote de fotografías antiguas que nos fue cedida para su reproducción por Eduardo Gil Otero, pertenece esta instantánea de un viaje que se realizó a Sevilla en el año 1929, con motivo de visitar la Exposición Iberoamericana de aquél año. Está tomada delante de uno de los edificios más emblemáticos que se construyeron para aquel evento y que, actualmente, alberga las colecciones del rico museo arqueológico sevillano. El edificio se construyó en estilo Renacimiento y fue muy famoso en la época, incluso la fábrica de dulce de membrillo de Adriana Morales lo reprodujo en una de sus latas.
Muchísimos pontanenses visitaron esta Exposición que tuvo una repercusión universal, pero que dejó las arcas del Ayuntamiento sevillano totalmente exhaustas e hipotecadas durante largo tiempo. Su parte positiva fue dejar para la posteridad bellísimos edificios que hoy día forman parte de su patrimonio y sin los que Sevilla no sería la misma (imagínensela sin la Plaza de España, por ejemplo).
De esta foto solamente reconocemos a tres personas y de derecha a izquierda son los siguientes: Antonio Ruiz Marín, José Navas Guerrero, apodado el Bomba, dueño del bar del mismo nombre muy famoso en los años cuarenta y a otro señor apodado el Compás. Los otros dos son desconocidos, salvo que algún familiar los identifique y nos comunique su identidad.